VALLADOLID, 2 (EUROPA PRESS)
CSIF ha denunciado la adquisición de vehículos patrulla de “talla pequeña” por parte del Ayuntamiento de Valladolid, en concreto de quince unidades del modelo Renault Arkana, y por ello ha pedido su retirada.
El vehículo, que está homologado por el fabricante para albergar a conductor y acompañantes de las más diversas tallas, cuando es modificado para uso policial convierte el puesto de conductor y copiloto en un “auténtico potro de tortura”, no apto para alturas superiores a 180 centímetros, explica este sindicato, a través de un comunicado recogido por Europa Press.
Los agentes que recibieron los nuevos vehículos la semana pasada “no podían dar crédito a la falta de espacio de que disponían”. El Renault Arkana, aunque parece un vehículo de una categoría superior, utiliza la plataforma CMF-B del Renault Clio y Captur, “que tiene las limitaciones propias inherentes a los vehículos pequeños”.
En la versión comercial se han adoptado las soluciones pertinentes para que el uso de esta plataforma no perjudique la habitabilidad del interior, indica CSIF, organización que, sin embargo, explica que en los vehículos policiales se ha tenido que adaptar lo que se denomina el kit de detenidos que, entre otros elementos, dispone de una mampara de seguridad que separa la parte trasera de la de conductor y acompañante.
Y ahí surge el problema, según CSIF, pues la instalación de esta mampara provoca que los asientos delanteros no puedan desplazarse hacia atrás en todo su recorrido, y que el respaldo tenga que estar en la posición más vertical posible.
El resultado es que las condiciones ergonómicas de los puestos de conductor y copiloto de estos vehículos “son insoportables, y que impiden el normal desarrollo de la actividad laboral e incluso la conducción de los agentes, poniendo en peligro su salud y su seguridad puesto que, en caso de colisión, los agentes no están a la distancia adecuada de los demás elementos del vehículo en razón de su altura y corpulencia”.
En un escrito remitido al Consistorio, apunta la portavoz de la sección de CSIF en el Ayuntamiento de Valladolid, Raquel González, se dice que estos vehículos “no son conformes” para el uso policial, y que deben ser retirados inmediatamente del servicio por no estar ergonómicamente adaptados, y ser potencialmente peligrosos para los agentes en el desarrollo de sus actividades habituales.
“Es como comprarte unos pantalones tres tallas más pequeñas de la que usas. No entras, no te puedes mover, te duele todo”, afirma la portavoz, quien lamenta que no se haya consultado a los propios agentes policiales la idoneidad de estos vehículos, que no están en la comisión que los selecciona, cuando son ellos los que los usan todos los días.
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