
Es el único centro de estas características que existe en la Comunidad
BURGOS, 25 (EUROPA PRESS)
Los profesionales que atienden la Casa de Acogida de La Encina, un “recurso asistencial esencial” que proporciona un hogar a personas con VIH en Burgos, han detectado que el 90 por ciento de su once usuarios “tienen patologías psiquiátricas o algún tipo de deterioro cognitivo”.
Así lo ha explicado la presidenta de la Gerencia de Servicios Sociales del Ayuntamiento, Mila del Campo, en la presentación de la memoria de este servicio de atención a personas con VIH Sida en la Casa La Encina, con diez plazas y gestionada por el Comité Ciudadano Antisida de Burgos.
Las enfermedades asociadas al VIH son “daño cerebral, demencia, trastorno de personalidad ansiedad y depresión y discapacidad intelectual”, ha detallado Del Campo, quien ha apuntado que el 30 por ciento de los usuarios “recibe tratamiento por drogodependencias” y el 50 por ciento requieren una “supervisión constante de las actividades de la vida diaria” porque su deterioro es “importante”.
Unas patologías que, en ocasiones, desembocan en “cáncer, movilidad muy reducida y discapacidad sensorial”, a lo que se unen otras enfermedades “respiratorias, hepáticas y neurológicas”, como ha indicado la concejal.
Por otro lado, Mila del Campo ha explicado que el 70 por ciento de los enfermos tiene en La Encina “una residencia estable por su “alto grado de deterioro”, lo que dificulta su vida independiente en el en el exterior, pero sí hay un 30 por ciento, ha reconocido la edil, que tienen “posibilidades de recuperación y de salidas a otro tipo de recursos no residenciales”.
En este espacio, la ocupación media a largo del año es del 96 por ciento y el rango de edad medio normalmente de atención es de 55 años, todos ellos tienen entre los 47 y los 63 años, mientras que el tiempo de estancia es de un año, aunque “hay tres personas que llevan tres años”, ha precisado la presidenta de la Gerencia de Servicios Sociales.
Del Campo ha expuesto que los usuarios “carecen de apoyo familiar y económico”, ha recodado Del Campo, quien ha explixado que adeemás de un hogar, la casa ofrece “estabilidad, apoyo afectivo y atención” en los ámbitos sanitario, social, psicológico y de autonomía personal y de reinserción social.
La Casa de Acogida de La Encina tiene un presupuesto anual de 231.000 euros, de los 50.000 euros los aporta la Junta de Castilla y León y es la única que existe en la Comunidad dedicada de manera específica para enfermos de VIH Sida, por lo que a veces recibe pacientes de otras provincias.
En cuanto a la ocupación total el pasado año fue de once personas u la casa está atendida por cinco cuidadores, una cocinera y dos responsables.
Más allá de las atenciones personalizadas, la Casa de la Encina lleva a cabo también un programa de desarrollo personal que se desarrolla en tres áreas fundamentales de trabajo.
Uno, es sanitario con el seguimiento médico para la adherencia o no a los tratamientos y los internos se tomen la medicación, y sigan o participen de los programas de deshabituación de sustancias y todo lo que tiene que ver con salud mental.
El otro eje fundamental de trabajo es el área social a través del desarrollo de las habilidades de convivencia y también todo lo relativo a la tramitación de determinado tipo de documentación, recursos a los que pueden recurrir para cualquier solicitud y por último, la parte ocupacional para impulsar la participación en actividades que fomenten su autonomía y que les dé un acceso a determinada formación.
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