SALAMANCA, 30 (EUROPA PRESS)
El programa Edades del Ayuntamiento de Salamanca, puesto en marcha a finales del año 2020, trabaja en la detección precoz del alzheimer en vecinos de la ciudad y ha permitido realizar un estudio que recoge que el 57 por ciento del grupo de 40 personas que ha participado en su programa de estimulación y apoyo de especialistas ha mejorado su situación.
En la presentación del balance de la actividad desarrollada hasta el momento, el alcalde de la ciudad, Carlos García Carbayo, ha destacado estos “resultados excepcionales” tras un esfuerzo económico desde el Ayuntamiento que “está valiendo la pena” y ha animado a otros municipios a ponerlo en práctica porque “funciona”.
Sobre la actividad desempeñada hasta el momento, en la que colabora la Universidad de Salamanca (USAL), el especialistas y responsable del programa, Ángel Luis Montejo, ha explicado que, desde la puesta en marcha, se han recibido unas 400 solicitudes y cerca de 300 se han evaluado, respecto al resto, ha explicado que se han descartado por ser otras patologías las que presentaban o que se encontraban en estados avanzados con la necesidad de hacer uso de otros servicios.
Luego, Montejo ha indicado que, dentro de otras acciones acometidas, el programa cuenta con un grupo de 42 personas que forman parte un estudio, que les lleva a participar en acciones personales, talleres y otras actividades para fomentar su estimulación cognitiva y una vida que ayude al tratamiento de la enfermedad en sus episodios iniciales.
De ellos, los expertos han recogido que el 57 por ciento de las personas asistentes, con un alcance del 75 por ciento en aquellas que han acudido con mayor implicación, ha visto mejoría en su situación; en cambio en otras personas ajenas al grupo experimental, el 60 por ciento ha empeorado.
Tras estas conclusiones, el doctor Montejo ha avanzado que el programa Edades ya trabaja en ampliar el grupo experimental de 80 personas y así mantener el máximo tiempo posible a los ya asistentes.
En cuanto al alzheimer, ha apuntado que hay factores de “riesgo” ante esta enfermedad como personas con vida solitaria, con depresión o estrés, además del sedentarismo, una vida social baja o una dieta incorrecta.
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