VALLADOLID, 6 (EUROPA PRESS)
La Consejería de Industria, Comercio y Empleo, a través del Servicio Público de Empleo (ECyL), invirtió durante el pasado ejercicio más de 279 millones en el desarrollo de políticas activas de empleo y prestó servicios a más de 287.000 usuarios, entre trabajadores desempleados y ocupados y empresas.
Estos servicios se estructuran en torno a tres ejes fundamentales y con un enfoque “coordinado” como son el apoyo directo a la contratación y al autoempleo, formación para el empleo en línea con las necesidades del mercado laboral, e intermediación y orientación laboral facilitando y promoviendo el contacto entre trabajadores y empresas.
La Consejería del ramo, cuya titular ostenta además la Presidencia del Servicio Público de Empleo de Castilla y León, ha presentado este jueves al Consejo de Gobierno el informe de resultados de las políticas activas de empleo desarrolladas por ECyL a lo largo del pasado ejercicio y que han contribuido a “dinamizar el mercado laboral y a impulsar la creación de empleo en la Comunidad”.
Este impulso se refleja en los datos de la Encuesta de Población Activa, que señala que Castilla y León incrementa la ocupación y reduce el desempleo, lo que ha permitido que la Comunidad haya cerrado el pasado año con más de un millón de ocupados y con una importante reducción del desempleo que sitúa la tasa de paro en 8,23 %, dos puntos y medio por debajo de la media nacional.
IMPULSAR LA CONTRATACIÓN
A este respecto, la Consejería ha remarcado que las medidas para incentivar la contratación han jugado un “papel fundamental” en la dinamización del tejido productivo y han logrado la inserción laboral efectiva de más de 9.700 desempleados.
Asimismo, ha informado que se han destinado más de 30 millones a fomentar la contratación en las empresas y apoyar el autoempleo, lo que ha permitido la creación de más de 4.000 puestos de trabajo a través del empleo por cuenta propia o del empleo por cuenta ajena.
El otro pilar “esencial”, ha señalado la Consejería, de este eje son los programas de empleo local, en los que se han invertido 52 millones, unos programas con los que las entidades locales han podido contratar a lo largo del pasado ejercicio a 5.600 trabajadores que estaban en situación de desempleo.
Estas contrataciones se han realizado fundamentalmente en el medio rural “contribuyendo a la cohesión territorial, a la dinamización económica y a la mejora de servicios en el ámbito rural”. Además, las contrataciones se han dirigido de forma preferente a los colectivos más vulnerables o con mayores dificultades de acceso al mercado laboral, así como a los municipios mineros.
PROGRAMAS DE FORMACIÓN
El eje de la formación, como elemento esencial de las políticas activas de empleo, ha contado con una inversión cercana a los 159 millones de euros y ha beneficiado a más de 78.000 personas.
Los programas desarrollados se han orientado fundamentalmente a mejorar la sintonía entre la oferta y la demanda de empleo, alineando la cualificación de los trabajadores con las necesidades reales de las empresas, y ajustando la oferta formativa a las necesidades de cada colectivo.
El mayor esfuerzo se ha dirigido a la formación de trabajadores desempleados para mejorar sus oportunidades de empleo o facilitar el tránsito a una nueva ocupación profesional.
En estos programas se han invertido 67,7 millones y han participado 20.400 trabajadores en situación de desempleo y se han destinado otros 24 millones a la formación de trabajadores ocupados, mejorando la formación y la capacitación profesional de 48.000 trabajadores.
Además, desde el Servicio Público de Empleo de Castilla y León, se ha hecho una apuesta clara por la formación dual, combinando formación y empleo para más de 6.900 trabajadores con una inversión de 67 millones de euros.
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