VALLADOLID, 29 (EUROPA PRESS)
La Junta ha comprometido su “total colaboración y apoyo técnico” a la Asociación de Fabricantes de Torrezno de Soria para que puedan comercializar este producto bajo el marchamo de Indicación Geográfica Protegida (IGP) a lo largo del presente año, después de que el pasado 19 de noviembre se oficializase el reconocimiento con su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea.
Así lo ha señalado la consejera del ramo, María González Corral, momentos antes de inaugurar las nuevas instalaciones de la planta Moreno Sáez en el Parque Empresarial del Medio Ambiento de Garray.
Un producto que es una de las “70 figuras de calidad que integran a más de 17.000 productores en Castilla y León, de las 42 son IGP”. La consejera ha recalcado la apuesta por el desarrollo del PEMA, “complejo industrial que la Junta se ha propuesto convertir en polo de desarrollo económico de la zona”.
Precisamente, el crecimiento experimentado por la vente del torrezno, ha permitido a la firma Moreno Sáez duplicar las instalaciones tras una inversión de siete millones.
González ha puesto en valor esta fábrica que se instaló en Soria en 1962 y que cuenta con una capacidad de producción anual de 2.000 toneladas, 16 millones de euros de facturación y donde el torrezno supone el 80 por ciento de su facturación anual.
La consejera ha agradecido la apuesta de Samuel Moreno por Soria y por Castilla y León, especialmente por la actividad agroalimentaria, “referencia de excelencia en la Comunidad, dentro y fuera del país”.
En esta línea, ha destacado la apuesta de la empresa por “seguir trabajando por esta tierra y demostrar que Soria y Castilla y León es un lugar de oportunidades”. La consejera ha destacado el nuevo récord de producción en 2023 con 3.800, lo que supone un “30 por ciento más que el año anterior”.
El director general de la fábrica, Samuel Moreno, ha recordado que todo esto arrancó con su abuelo Baldomero Moreno, que ya tenía una fábrica en un pueblo de La Rioja, Badarán, donde se quedó su padre y su tío. Los hermanos se dividieron y fue su padre el que quiso seguir por su cuenta, mirando entre Burgos y Soria, y quedándose finalmente en la capital soriana por la oportunidad del suelo industrial.
Moreno ha subrayado que fue la primera empresa en ubicarse en el polígono de San Francisco de Soria, “donde apenas había unos huertos”, en el año 1962. Un año después comenzó la actividad que llega, “con altibajos”; hasta hoy y que “gracias al torrezno” cuenta con estas nuevas instalaciones.
La fábrica cuenta con una plantilla de medio centenar de trabajadores, además de alguno temporal y confía en alcanzar los 20 millones de facturación.
En cuanto a los proyectos, en la actualidad trabajan en un proyecto de investigación con el Centro de Alimentos para “eliminar el único aditivo” que lleva ahora mismo la panceta de Moreno Sáez.
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