VALLADOLID, 25 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Diputación provincial de Valladolid, Conrado Íscar, ha asegurado que “se ha notado un cambio” en la Institución ahora que el máximo dirigente es un alcalde de un municipio vallisoletano, en su caso regidor de Matapozuelos, aunque ha matizado que admira y agradece el trabajo de quienes le antecedieron en el puesto.
Así lo ha señalado Íscar en una entrevista concedida a Europa Press, en la que ha hecho balance de su último año al frente de la Diputación, el quinto completo desde que tomó posesión por primera vez en 2019, y ha planteado algunos de los puntos de atención para 2025.
“Estamos en una segunda legislatura, tienes un bagaje”, ha apuntado Conrado Íscar, que ha dado valor al hecho de que su partido, el PP, tenga mayoría absoluta en la Diputación y que pueda tener un presupuesto “en tiempo y forma frente a la incertidumbre”. “No todo el mundo lo puede decir”, ha apostillado.
El presidente de la Institución ha reiterado que en su equipo de Gobierno tienen “muy claro” que la ayuda a los alcaldes y a los ayuntamientos es su “razón de ser”, más si cabe a los más “chiquititos”.
En este sentido, ha asegurado que los alcaldes de la provincia, “independientemente de su ideología”, querían que el presidente de la Diputación fuera el regidor de un municipio de Valladolid y ha interpretado que en este tiempo “algo se ha notado, hay un cambio”.
Eso sí, ha matizado que valora, admira y agradece el trabajo que hizo quien le antecedió en el puesto.
Cabe apuntar que su predecesor Jesús Julio Carnero no fue alcalde cuando era presidente de la Diputación provincial –de 2011 a 2019–, mientras que Ramiro Ruiz Medrano compaginó los cargos en los seis primeros años de los 18 que estuvo al frente de la Institución –de 1993 a 1999–.
“Al final hay una cabeza que es un presidente o una presidenta, pero detrás lógicamente hay un equipo, si no sería imposible la gestión del día a día”, ha añadido Íscar.
El presidente de la Institución provincial ha destacado también la voluntad de llegar a puntos de encuentro entre los partidos y, pese a que cuenta con mayoría absoluta desde 2023 la Diputación provincial de Valladolid “siempre ha sido un referente en que independientemente de tener esa mayoría, que en legislaturas ha sido más que aplastante, siempre ha sido una administración cercana, una administración de buscar esos encuentros entre otras formaciones políticas”.
Así, pese a las diferencias políticas, ha aseverado que “día tras día” el Gobierno provincial busca llegar a esos acuerdos con el resto de formaciones representadas en la Diputación.
PROYECTOS PARA 2025
Pese a la importancia que le quiere dar al día a día y al trabajo de apoyo a los ayuntamientos independientemente de su tamaño, Íscar ha considerado que la Institución que dirige pone también en marcha proyectos “ambiciosos”, como por ejemplo los que desarrollará gracias al denominado PERTE para la digitalización del ciclo del agua.
La Diputación de Valladolid ha obtenido una subvención con la “tercera mayor cuantía” entre las administraciones locales del país, con lo que espera poder “dar un paso grandísimo”, facilitar la gestión de los ayuntamientos y también facilitar la gestión a la propia Institución.
“La era de la digitalización por fin va a llegar en algo tan importante como es el ciclo del agua. Es un grandísimo proyecto”, ha recalcado.
Otro proyecto para 2025 que ha querido destacar Íscar ha sido el de la nueva Residencia Provincial Juvenil, dentro de las instalaciones del Centro Doctor Villacián, en Valladolid capital.
A este respecto, ha mencionado también las inversiones, por importe de 2,2 millones de euros para mejorar la accesibilidad de los centros residenciales de la Diputación “con toda la complejidad de hacer obras en un centro sin cerrar el mismo, irlo acometiendo por plantas, por fases”.
En relación a los servicios sociales ha recordado que las necesidades han ido en aumento, lo que se ve en los presupuestos de los servicios de Ayuda a Domicilio para personas dependientes, que en 2015, cuando entró en el Gobierno de la Diputación como responsable de los servicios sociales, se situaban entre 7 y 8 millones de euros anuales; mientras que este año, el contrato que ha salido a licitación superará los 13 millones de euros anuales.
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