VALLADOLID, 1 (EUROPA PRESS)
Cientos de figuras de diversos tamaños, materiales y ropajes componen coreografías en miniatura en los variados belenes que se pueden visitar en Valladolid para representar el nacimiento de Jesucristo, materializar el “hecho milagroso” e ilustrar el Misterio de la Encarnación en escenarios adaptados a diferentes épocas pero que siempre hacen uso de los elementos que caracterizan el pesebre: el Niño Jesús, la Virgen María, San José, el buey, el asno, las ovejas, el portal, los Reyes Magos y la Estrella de Belén.
Belenes como el Napolitano expuesto en el Museo Nacional de Escultura, el monumental de la iglesia de Las Francesas o el de los Padres Franciscanos varían en la forma de plasmar el nacimiento de Jesús pero no en su contenido, pues los dispares actores que se aglomeran en estas pequeñas representaciones, modelados de forma cuidadosa y complementados con todos los accesorios imaginables sirven al propósito de que el visitante contemple el momento del nacimiento del Mesías, descrito en los evangelios bíblicos de Mateo y Lucas.
El conservador del Museo Nacional de Escultura Fernando Delgado ha detallado a Europa Press que el núcleo principal del belén que expone el centro museístico forma parte de la colección de los hermanos García de Castro, que fue adquirido por el Ministerio de Cultura y adscrito a la colección del Museo Nacional de Escultura en el año 1996.
Luego, con el tiempo, en el año 2000, se introdujo otra colección, la de Pérez de Olaguer, que es mucho menor, si bien Delgado ha explicado que la colección García de Castro consta de unas 620 piezas, 241 figuras con 379 elementos o accesorios y la Pérez de Olaguer son algo más de 300.
Lo que muestra este belén, ha indicado el conservador del centro museístico, es la típica escena del belén napolitano, una escena de unas calles de Nápoles, con el nacimiento o el pesebre como pieza central, que en este caso se sitúa en el centro de la composición pero, ante todo el barullo de figuras que se puede observar, “pasa un poco desapercibida y es clásico de los belénes napolitanos de entonces”.
Esto es lo que va a encontrar el visitante cuando acuda a este espacio, ha remarcado Fernando Delgado, quien también ha indicado que, entre los elementos distintivos de esta representación, al ser un belén napolitano, se diferencia de los bíblicos porque la representación es de ese Nápoles del siglo XVIII de aquella época.
Por ello, se puede ver una gran representación de tipos populares, de distintas clases sociales, desde mendigos hasta burgueses o incluso nobles.
“Los vemos en sus ropajes, con esos trajes de seda, de aplicaciones de hilos de oro, de galones, pasamanerías, encajes, también joyas, también vemos comerciantes, gente que está realizando sus propios trabajos, sus propias labores, vemos pastores, es un poco esa representación de la sociedad napolitana del siglo XVIII, que en aquellos años era una de las ciudades más gollantes de todo el Mediterráneo”, ha descrito el conservador del Museo Nacional de Escultura.
Delgado también ha explicado que la escenografía de este belén es del año 2015, dado que antes se exhibía en otro espacio del Palacio de Villena, pero la escenografía actual que se expone en el Museo Nacional de Escultura es del año 2015, si bien se le ha dado “un espacio un poco más adecuado a la exhibición”.
En lo que respecta a las figuras, Fernando Delgado ha señalado que cuentan con diversos elementos que las brindan “grandes detalles” al contar con accesorios e, incluso, ciertas “características incluso grotestas que las dotan de personalidad”.
En origen estas figuras fueron realizadas en el Nápoles del siglo XVIII, ha subrayado Delgado, si bien no se conocen los nombres de los creadores, pero con el paso del tiempo muchos de estos belenes acabaron dispersándose, y estos coleccionistas aficionados al belenismo se encargaron de ir recopilándolas en casas de anticuario, o en subastas.
También el propio montaje expositivo permite, en escalonado y con profundidad, jugar con esa diferencia de escala y esa perspectiva, ha advertido el conservador del centro museístico.
OCHO SIGLOS
El belén monumental solidario de la Comunidad Franciscana de la Inmaculada Concepción, montado en la Cofradía de la Orden Franciscana Seglar La Santa Cruz Desnuda de la capital vallisoletana, que se sitúa en el Paseo de Zorrilla, 27, conmemora este año el aniversario de los 800 años desde que San Francisco de Asís preparara en la localidad italiana de Greccio un pesebre con heno, mandara traer un buey y un asno y pidiera celebrar la Santa Misa ante una multitud de gente llegada de toda la región.
El hermano ministro de la Cofradía de la Orden Franciscana Seglar, Miguel Santos Romón, ha detallado a Europa Press que este “hecho milagroso” impresionó las almas y los corazones de los asistentes, que se sintieron tocados profundamente por esta experiencia, mostrando así a todos la contemplación del Misterio de la Encarnación, reconociendo la humildad y pobreza del nacimiento del Mesías.
En relación con este belén en particular, Santos Romón ha destacado que es un proyecto solidario que pretende colaborar con la comunidad a través de lo recaudado con el belén y llevan ya unos años colaborando con el proyecto de Ayuda a las Personas Sin Hogar de Valladolid y con una beca de escolarización para una familia desfavorecida.
Del mismo modo, Santos Romón ha explicado que los últimos años la recaudación solidaria de esta representación del nacimiento de Jesús va destinada a proyectos de la Fundación Red Íncola para ayudar a las personas sin hogar de la capital del Pisuerga.
Santos Romón también ha hecho énfasis en que los elementos que diferencia a este belén de otros que se pueden visitar en la ciudad es que tiene una “característica importante” al contar con movimiento, diferentes ciclos de día y noche, así como un mecanismo que permite generar la apariencia de estar lloviendo.
“En este caso, cada año innovamos o modificamos alguna de las piezas de movimiento y, bueno, todos los años cambia”, ha recalcado el hermano ministro de la cofradía, al tiempo que ha destacado que la figura de San Francisco de Asís también está representada en el belén mediante un juego de luces.
Así, más de 100 figuras configuran un belén que “no sólo es una muestra bíblica del nacimiento de Jesús, sino que también se puede orar ante él y cumplir los preceptos habituales de los jubileos”. Miguel Santos Romón ha recordado que desde el 8 de diciembre hasta el 2 de enero la ciudad se encuentra de jubileo.
Respecto a los encargados de materializar la representación belenista del nacimiento del Mesías, Santos Romón ha explicado que los artistas son un grupo de diez hermanos cofrades que desde el 4 de octubre comienzan a articular la composición del belén, que suele recibir unas 6.000 visitas durante su apertura en el periodo estival.
BELÉN DE LAS FRANCESAS
La Sala Municipal de Exposiciones de Las Francesas de Valladolid también ha inaugurado este viernes su belén monumental, un montaje de cerca de 40 metros cuadrados inspirado en la aldea austriaca Christkindl (Cristo Niño), compuesto por casi 200 figuras y edificios de hasta 90 centímetros realizados de forma totalmente artesana expuestos en un espacio que también acogerá una aventura teatralizada para los más pequeños en ‘El palacio de los Magos’.
Se trata de una obra de la familia Angulo, conocidos belenistas en la ciudad, con un montaje que reúne maquetas de edificaciones históricas, inspiradas en las construcciones austriacas tradicionales que pueden verse en el museo al aire libre de Stübing, además de un palacio inspirado en el de Luis II de Baviera.
En la Sala de Exposiciones Oficina de Turismo, ubicada en la Acera de Recoletos, ofrece también un belén solidario de Playmobil de la Asociación de Amigos de Colombia de Castilla y León (Acycol).
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