SORIA, 25 (EUROPA PRESS)
La sala de exposiciones del Servicio Territorial de Cultura, Turismo y Deporte acoge desde el miércoles 26 de marzo la exposición ‘Cultura Castreña. Cien años con Blas Taracena’, para conmemorar el centenario de la primera excavación arqueológica reglada en u ncastro soriano.
Esta intervención, llevada a cabo en 1924, supuso un hito en la arqueología provincial y nacional, con Blas Taracena Aguirre como figura clave en el estudio y divulgación del patrimonio castreño, según han informado desde la Delegación de la Junta en Soria.
La muestra abre los actos conmemorativos previstos para 2025. Además de destacar la importancia de los castros del norte soriano, el programa del centenario prestará especial atención a otro elemento clave de la arqueología provincial. Así, hará hincapié en las Necrópolis del Duero, que también fueron objeto de estudio por parte de Taracena en el mismo año 1924, en enclaves como Taniñe y Suellacabras.
PASADO CASTREÑO
La exposición subraya la importancia del rico legado arqueológico de los castros de la serranía norte, fundamentales en la historia y la identidad de la provincia. Aunque ampliamente reconocidos en el ámbito universitario y cultural, su conocimiento entre la población local sigue siendo limitado, un déficit que esta iniciativa busca revertir a través de la divulgación.
Como símbolo de presentación de la muestra, se exhibe uno de los hallazgos más representativos de la cultura castreña: la fíbula de espirales de Castilfrío, un gran imperdible utilizado para sujetar prendas de vestir pesadas.
A través de los distintos paneles expositivos, el visitante podrá conocer en profundidad la figura de Blas Taracena y su contribución a la arqueología, las fases clave de la cultura castreña desde los asentamientos de la Primera Edad del Hierro hasta los más avanzados de la época celtibérica. Asimismo, el contexto geográfico de los castros sorianos, con ejemplos como Valdeavellano y Castilfrío, en la orla serrana del Duero, y El Castillejo de Taniñe, en la vertiente del Ebro.
Además, la muestra pone en valor la interacción entre el patrimonio arqueológico, el entorno natural y la tradición etnográfica, destacando enclaves convertidos en santuarios y ermitas que han perdurado a lo largo de los siglos.
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