VALLADOLID, 1 (EUROPA PRESS)
El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha llamado a todas las personas a “compartir su dinero y actividades” y a “ofrecer a los demás” que lo se tiene en el marco de una carta pastoral con motivo de la jornada del Día del Ayuno Voluntario, la campaña que desarrrolla Manos Unidas contra el hambre en el mundo.
Esta ha sido la petición que ha realizado el prelado en un texto que lleva como lema ‘Comparte lo que tienes’ en el que ha explicado que a finales de los años 50 un grupo de mujeres de Acción Católica puso en marcha esta campaña para tratar de combatir el hecho del hambre y sus causas, para “no solo ofrecer un trozo de pescado sino poder ofrecer una caña y enseñar también a pescar”.
“Compartimos cosas o dinero, pero cuánta falta hacen, también en la organización Manos Unidas, personas que entreguen su tiempo para hacer una educación en favor del desarrollo, para abrir los oídos y que se puedan escuchar las llamadas de los hambrientos o para descubrir sendas de justicia y de solidaridad. Cuánta falta hacen personas que entreguen la vida, que realicen el don de sí como forma de compartir lo que tienen”, ha destacado el arzobispo.
Por otra parte, los días 7, 8 y 9 de febrero la Iglesia española celebra el Congreso sobre la vida como vocación, el Congreso ‘¿Para quién soy?’, en el que la Iglesia ha lanzado esta pregunta en estos últimos meses a todos los que hayan querido escuchar.
Así, a través de preguntas como ¿para quién es tu vida? ¿para quién es tu tiempo? ¿para quién eres tú? busca que las personas se planteen que “la vida es un don y que no hay otra manera de descifrar el significado pleno de su existencia más que en el don de la propia vida”.
Según ha explicado Argüello, durante este fin de semana los hambrientos son “eco de la llamada”, y el Congreso de Vocaciones quiere ser “aliciente” para responder a las llamadas.
Se trata de unas jornadas en las que “confluyen en la llamada al don de sí, porque el don de sí edifica la Iglesia y transforma la sociedad, a través del don de cada uno, de amigos, viviendo según la vocación en la que han sido llamados; el don de vosotros, laicos, en la caridad política afronta las causas del hambre, ese resumen de injusticias, y busca plataformas, cauces para llegar a los hambrientos y obedecer al mandato de Jesús de ‘Dadles vosotros de comer'”.
A continuación, el arzobispo reclama que Manos Unidas necesita personas que dediquen tiempo y que den la vida, ya que la Iglesia en su conjunto “necesita caer en la cuenta de que es asamblea de llamados”. “La reforma de la Iglesia pide de cada uno reavivar el significado de nuestra existencia como don de nosotros mismos que edifica la Iglesia”, ha aseverado.
Asimismo, Argüello demanda que la sociedad precisa de hombres y mujeres que “vivan el deber de amor en la respuesta a las llamadas del entorno social”, que no se preocupen solo del derecho a tener derechos, de la reivindicación de los propios intereses, sino que “levanten la bandera de los derechos de los demás y hagan que esa bandera se transforme en un deber de entrega, de solidaridad, el don de sí que edifica la Iglesia y transforma la sociedad”.
“Cuantas más personas logren juntar sus manos en un ejercicio del don de su vida, brotará entre nosotros la semilla de la fraterna solidaridad; y la transformación de la sociedad en el horizonte del bien común que aborde el hambre y sus causas será, sin duda, más fácil”, ha subrayado.
Para finalizar, Argüello pide que, desde el Congreso de Vocaciones, las personas caigan en la cuenta de que compartir lo que se tiene no es solo compartir los bienes o el dinero, sino compartir el tiempo y la vida. “Si compartimos lo que somos y tenemos en el ejercicio del don de sí, se edifica la Iglesia y se transforma la sociedad”, ha apostillado.
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