VALLADOLID, 7 (EUROPA PRESS)
El jurado popular ha hallado a José R.L, también conocido como ‘el manchas’ o ‘cara sucia’, autor de un delito de asesinato en la persona de Borja P, perpetrado el 9 de febrero de 2022 a cuchilladas ante la vivienda de la víctima en Medina del Campo (Valladolid), y por contra ha exonerado de ese delito a sus tres hermanos, Manuel, Juan Antonio y Agustín, a los que considera responsables únicamente de unas meras lesiones.
El veredicto ha sido conocido esta mañana y se ha demorado más de lo previsible después de que el jueves quedara invalidada la prueba testifical celebrada con los policías y los propios acusados al producirse un problema técnico que hacía inaudible las grabaciones de sus testimonios. Tal circunstancia impedía al jurado popular escuchar sus declaraciones a la hora de responder a las preguntas ya recibidas que componen el objeto del veredicto.
Por ello, se hacía necesario tomar nueva declaración a los agentes y los acusados, trámite que tuvo que volverse a practicar durante la mañana de este viernes para evitar así una posible nulidad en caso de que alguna de las partes recurrieran la sentencia.
Pues bien, una vez salvado este contratiempo y el tardío traslado del preso a la Audiencia de Valladolid por parte de la Guardia Civil, con una demora de casi tres horas, el jurado compuesto por cinco mujeres y dos varones, en su veredicto considera a ‘cara sucia’ autor de un delito de asesinato, con la agravante de alevosía, al acabar con al vida de Borja de forma intencionada “sorpresiva y sin que la víctima pudiera defenderse”, aprovechando la escasa luminosidad que la noche de autos había en el escenario del crimen.
Sin embargo, el jurado, en este caso en un veredicto no unánime recogido por Europa Press, entiende que el resto de sus tres hermanos no ayudaron al anterior a acabar con la vida de Borja y son meros autores de un delito de lesiones que le infligieron con el empleo de palos y barras.
Los integrantes del jurado consideran probado que ‘cara sucia’ sufre un trastorno de la personalidad como consecuencia de su historial de consumo de alcohol, cocaína y medicación y que su hermano Juan Antonio presenta una inteligencia límite, si bien en ambos casos entienden que ello no mermó sus facultades volitivas e intelectiva, al tiempo que se han pronunciado en contra de la remisión condicional de la pena de los cuatro condenados y de la concesión de un posible indulto.
Tras el pronunciamiento del jurado, la fiscal del caso ha mantenido invariable su petición de condena para Josito, al que solicita 22 años de cárcel, y las multas interesadas para Manuel, Agustín y Juan Antonio, a razón de 1.080 euros para los dos primeros y 600 para el tercero, mientras que sus respectivas defensas han pedido una reducción de las multas, los letrados de los dos primeros sanciones pecuniarias de 180 euros y la defensa del último una cuantía mínima que no ha llegado a concretar.
Los que no han modificado igualmente sus peticiones han sido las dos acusaciones particulares, en representación una de los padres y una hermana del fallecido y la otra del hijo, pues “por coherencia” han hecho valer el veredicto no unánime del jurado respecto de los hallados culpables de lesiones para seguir sosteniendo su complicidad en el delito de asesinato. Por ello, persisten en su petición de 25 años para Josito y de 15 para cada uno de sus tres hermanos.
Cumplido el trámite del veredicto, en la ya undécima jornada, el juicio ha quedado visto para sentencia, a la espera de que el magistrado que ha presidido el tribunal plasme por escrito en la próxima semana las penas que corresponden a los cuatro hermanos encausados.
A lo largo de las dos últimas semanas, el proceso judicial trataba de dirimir la responsabilidad de los cuatro hermanos, José, Manuel, Juan Antonio y Agustín R.L, en la muerte violenta de Borja P, después de que la víctima, acompañada de un amigo, se personara ante la vivienda de los acusados y, como así sostenía la fiscal, fuera agredido con un cuchillo por el primero de los encausados y luego apaleado por el resto de familiares.
Sin embargo, las acusaciones particulares otorgaban a Josito la autoría de un “atroz crimen” pero siguen haciendo partícipes del mismo a los otros tres procesados en calidad de cómplices.
Los hechos se remontan al 9 de febrero de 2022 en los que subyace un trasfondo de tráfico de drogas. Ese día, ‘Josito cara sucia’, de 30 años y vecino de Medina del Campo, llamó varias veces por la tarde a la víctima y ambos llegaron a discutir por teléfono, hasta el punto de que el primero amenazó al segundo con apuñalarle.
En la creencia de que el acusado no llevaría a cabo su amenaza, Borja, de 37 años, pidió a un amigo, Juan José de P, que le llevara en su coche a casa de Josito, en la calle Barrionuevo de la villa, a la que llegaron sobre las 20.30 horas, y ello a pesar de las advertencias del segundo de que no era la mejor idea.
POR SORPRESA
Mientras el conductor se quedó a la espera junto al turismo, Borja se dirigió a la vivienda de su verdugo, llamó a la puerta y el segundo, aprovechando la oscuridad, en lugar de salir por la principal lo hizo por la trasera con el supuesto propósito de sorprenderle. La bordeó y apareció a escasos metros del fallecido, que seguía llamando a la puerta.
“¡Te voy a matar, te voy a matar!”, son los gritos que, según el veredicto, dio José cuando arremetió contra Borja con una navaja de grandes dimensiones con la que asestó una primera navajada que no alcanzó a la víctima pero si las posteriores.
En el domicilio se encontraban también otros hermanos de ‘cara manchada’, Agustín, Juan Antonio y Manuel, que se acercaron al escenario del crimen y agredieron con palos y patadas a Borja mientras éste seguía siendo acometido con el arma blanca.
El acometimiento no cesó hasta la aparición del padre de los acusados, José R.S, lo que fue aprovechado por el amigo de Borja para sacarle de allí y trasladarle agónico en su coche hasta el Hospital de Medina del Campo, donde fue atendido y finalmente falleció.
Tras lo ocurrido, ‘Josito cara manchada’ permaneció huido y fue localizado escondido en una cuadra de caballos próxima a su domicilio, 24 horas después de los hechos.
- Te recomendamos -
