TOLEDO, 6 (EUROPA PRESS)
El responsable de Operaciones en Vuelo de Eliance Helicopters, Gustavo Cifuentes, ha querido reivindicar el papel que su gremio asume en situaciones de riesgo como las ocasionadas por el paso de la DANA en los últimos días, haciéndose valer como un sector “fundamental y casi imprescindible” en la prestación de sus servicios.
En declaraciones a Europa Press, Cifuentes ha citado como ejemplo los episodios registrados tras el paso de la última DANA por el centro de la península, donde se han podido ver helicópteros que “con facilidad y versatilidad podían rescatar a personas en viviendas o encima de un vehículo en una riada”, algo que la flexibilidad del vehículo permite, ya que puede “acercarse a zonas y situaciones de riesgo” en casos como víctimas subidas en el tejado de una vivienda.
Se puede “perfectamente” acercar “donde cualquier otro medio no podría en situaciones de este tipo”, tal y como ha definido, añadiendo que los helicópteros pueden acceder a “los sitios y lugares más inhóspitos” para realizar estas tareas.
Aquellas zonas donde “no puede llegar otro medio terrestre, ni ambulancia, ni bomberos ni personal de a pie” son las reservadas para el acceso a través de este tipo de aeronaves.
La formación de los profesionales que operan los helicópteros requiere “bastante experiencia”, empezando por un curso básico de cerca de un año y medio dependiendo del tipo de operación que el alumno quiera llegar a realizar; para a continuación “coger mucha experiencia y focalizar en algún tipo de servicio concreto”, desde rescate aéreo hasta búsqueda pasando por reconocimiento de líneas eléctricas.
“Se necesita bastante experiencia y mucha formación, que además, tiene que ser continua”, precisa Cifuentes, agregando que tras más de cuarto de siglo volando, él mismo tiene “exámenes anuales semestrales” y tiene que seguir estudiando “todas las nuevas tecnologías que van saliendo y que hay que ir repasando”.
Sin duda, tal y como ha afirmado, una profesión vocacional. “Primero, volar es una pasión. Da igual que lleves cinco o treinta años volando, cada vez que subes a un helicóptero es una auténtica pasión”, asegura, recalcando además que la prestación de su trabajo es “un servicio para la sociedad, a veces de manera arriesgada”.
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