TOLEDO, 4 (EUROPA PRESS)
La festividad de los Danzantes y Mayordomos de la localidad toledana de Méntrida ya son Bien de Interés Cultural, según la resolución de la Viceconsejería de Cultura y Deportes publicada en la edición de este lunes del Diario Oficial de Castilla-La Mancha y recogida por Europa Press.
Según explica el portal oficial de Cultura del Gobierno de Castilla-La Mancha, los Danzantes y Mayordomos de Méntrida son sin duda una de las singularidades más emblemáticas de esta localidad; un verdadero rasgo distintivo identitario, estrechamente relacionado con tradiciones que arrancan de sus propias leyendas marianas.
La manifestación cultural de danza, música, dichos (poesías) y rituales que realizan los Danzantes y Mayordomos de Méntrida, hunde sus raíces en la Antigüedad. Si bien, los primeros documentos históricos que se conservan y acreditan esta ceremonia de Danzantes, cargada de religiosidad popular, datan del siglo XVI. Desde entonces, se ha transmitido de generación en generación, convirtiéndose esta expresión cultural en un elemento de identidad inequívoco para su población.
El grupo de los Danzantes está compuesto actualmente por once miembros: los ocho Danzantes, el alcalde o maestro de la danza y los dos instrumentistas, antaño eran jóvenes, algunos incluso casados, pero desde hace aproximadamente un siglo, los Danzantes son muchachos de entre diez y doce años.
Como el maestro e instrumentistas, los Danzantes son voluntarios. La Hermandad tiene actualmente un libro en el que se registran las solicitudes, al objeto de prever con la debida antelación quiénes formarán el grupo en los años sucesivos. Por regla general, los Danzantes actúan dos o tres años seguidos; los instrumentistas se van turnando y renovando, al igual que los maestros. Todos son cofrades de la Hermandad de la Virgen y, por lo general, vecinos del pueblo.
Todas las indumentarias de Danzantes, músicos y Mayordomos se confeccionan de forma artesanal, se utilizan cada año, y se ajustan si es necesario a las medidas de los nuevos componentes. Son confeccionadas por mujeres mayores que siguen la tradición de sus madres o abuelas. A la hora de vestir a los Danzantes, se requieren también manos expertas porque es necesario que todas las prendas encajen correctamente para que los Danzantes se muevan adecuadamente.
Cada danzante porta una banda de raso cruzada del hombro derecho a la cadera izquierda, sujeta con una escarapela. Un mantón de seda con flecos, bordado en tonos vivos y prendido a la enagua exterior, sobre la que pende a modo de mandil. Dos pares de escarapelas ajustadas a la camisa, a la altura de los codos, y a las rodillas. Finalmente, se tocan con un gorro globular, en forma de tiara, dispuesta sobre una ancha banda circular. La copa del gorro va recubierta con tiras de papel de seda rizadas.
MAESTRO O ALCALDE DE LA DANZA
El Maestro o alcalde de la Danza dirige el grupo de Danzantes. Se encarga de enseñar los pasos, mudanzas y alardes de las distintas danzas al grupo, y dirige los ensayos previos, que suelen comenzar el 25 de marzo, un mes antes de la romería.
Por atuendo viste un amplio blusón estampado (flores rojas, para el día de la Romería; flores azules, para el resto de las funciones), fruncido a la altura de la cintura, y unos pantalones bombachos hasta la rodilla, con medias caladas; calza alpargatas, todo blanco, al igual que la camisa que lleva bajo el blusón, e igualmente porta escarapelas en codos y rodillas.
Como distintivo porta una larga vara adornada de manera similar a los arcos de los Danzantes, que va moviendo de manera incesante, guiando a los Danzantes mientras ejecutan sus danzas.
MÚSICOS Y MAYORDOMOS
Actualmente dos instrumentistas acompañan las danzas, el dulzaina y el redoblante. Intervienen a dúo en las funciones de los Danzantes, a las órdenes del alcalde de la danza, quien les da la entrada en la ejecución de las diferentes melodías.
Visten al estilo de los dulzaineros y redoblantes castellanos tradicionales. Traje sobrio, y elegante; se compone de chaquetilla y calzón de paño negro, que sujeta un fajín (rojo, para la Romería; azul, en las demás fiestas), camisa blanca con lazo y chorrera; medias caladas, blancas, y alpargatas negras. Van tocados con sombrero de teja, de fieltro negro, con borlas. Como único adorno, llevan un alfiler prendido en la chorrera.
La composición actual de los Mayordomos es similar a las soldadescas rituales castellanas barrocas; al frente del grupo hay un capitán, a cuyo mando se encuentra un alférez y una docena de soldados, cuatro de los cuales tienen a su cargo marcar el ritmo de la marcha procesional a los sones de tambores y cornetas. Completan la formación los mochilleres, que cumplen la función de pajes del capitán y del alférez que es quien realiza los bandeos.
En la actualidad, los Mayordomos van armados con sables, pero en su devenir histórico se han utilizado otro tipo de armas, como picas, alabardas y arcabuces. El empleo de alabardas reforzaba el carácter de escolta y guardia de la Virgen; y el uso de arcabuces o trabucos tenía su justificación en la realización de las salvas de honor, efectuadas durante los bandeos que realiza el alférez.
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