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TOLEDO, 26 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha justificado su gestión tras el cierre de una parte del laboratorio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario de Toledo, argumentando que no se pueden tomar decisiones “drásticas”, y el objetivo es buscar “equilibrio” entre las pruebas que se realizan y el estado de salud de profesionales.
Así ha reaccionado la consejera portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, a preguntas de los medios en rueda de prensa, después de que este martes la Inspección de trabajo ordenara la paralización de tareas que implicaran contacto con el formaldehído en la sala de tallado de este departamento, exceptuando el procesado de análisis de muestras intraoperatorias.
Desde el primer momento, ha defendido Padilla, el Gobierno autonómico ha estado preocupado de esta cuestión con los análisis pertinentes, trasladando sus resultados que arrojaban que “no había sustancias que pudieran perjudicar a los profesionales sanitarios”.
“Seguimos trabajando en este seguimiento de manera interna y externa, no se pueden tomar soluciones drásticas de cerrar directamente servicios”, ha aseverado.
En este departamento, explica la portavoz, se analizan pruebas para determinadas enfermedades de pacientes que están esperando diagnostico, en mucho casos pacientes oncológicos.
Por ello, ha abogado por un “equilibrio” entre los trabajadores y “no perjudicar a tantas familias y personas” que necesitan tener un diagnóstico y si es necesario empezar su tratamiento pertinente.
Esa es la idea del Plan de Contingencia que ha puesto en marcha la Consejería de Sanidad, que se está haciendo para poder garantizar el servicio y que las enfermedades que pueden ser diagnosticadas no se queden a la espera, ha afirmado Padilla.
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