TOLEDO, 27 (EUROPA PRESS)
La Vicaría Episcopal para los Laicos, Familia y Vida de la Archidiócesis de Toledo ha elaborado una guía con orientaciones para la participación de los católicos en política, que contiene una síntesis de la doctrina social de la Iglesia sobre la compleja realidad de la política y ofrece una serie de pautas acerca de la presencia de la comunidad cristiana en este ámbito.
En un doble acto, uno específicamente dirigido a los sacerdotes diocesanos y otro a los fieles laicos de la Archidiócesis de Toledo, el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, acompañado del vicario para los laicos, familia y vida, del vicario para el clero y del delegado de apostolado seglar, ha presentado este documento que tiene como finalidad servir de ayuda a aquellas personas que se sienten llamadas a ejercer esta “altisima vocación”, en palabras del Papa Francisco, según ha informado el Arzobispado en nota de prensa.
Siguiendo el esquema reconocer-interpretar-elegir, y teniendo muy presente el instrumento de trabajo pastoral sobre persona, familia y sociedad ofrecido a la Iglesia y sociedad española desde la fe en Dios y la perspectiva del bien común, recientemente aprobado por la Conferencia Episcopal Española, el documento ofrece una panorámica general sobre la vocación y misión de los fieles laicos en la sociedad y presenta la doctrina social de la Iglesia como luz para la acción política en el contexto de la actual realidad social, junto con una serie de directrices para la promoción y el acompañamiento de los católicos en política.
UNA TAREA PENDIENTE
En las páginas de presentación, Francisco Cerro señala que con esta precisa guía de orientaciones cumplen “una tarea pendiente que nos encomendaba el último Congreso Nacional de Laicos: animar a los fieles laicos en la vía pública para sembrar áreas de la actividad profesional con la vida que brota del Evangelio”.
Sobre la base de la premisa de que la fe es luz y, como acto de adhesión a Dios, tiene una dimensión pública que no puede obviarse, el documento insiste en la necesidad de la contribución de los católicos en la construcción de una sociedad más conforme con los valores del Evangelio a través de la presencia en los espacios y el uso de los instrumentos de la política.
Todo ello con la finalidad de perseguir el bien común, entendido como el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y fácil de la propia perfección.
Las orientaciones recogidas en el documento tienen un doble objetivo. De un lado, ofrecer una guía a los cristianos laicos que están comprometidos en política y animar a que otros se sumen a ello; de otro, ayudar a realizar un discernimiento sobre algunas concretas situaciones que pueden derivar en incompatibilidad entre responsabilidades pastorales y compromisos políticos.
A tal fin, expone el marco teológico del compromiso cristiano en la vida pública, que parte de una llamada personal a hacerse presente en medio del mundo para dar a conocer a Jesucristo y contribuir a cambiar la realidad para hacer de ella un anticipo del Reino de Dios.
En esa tarea, la doctrina social de la Iglesia es una herramienta útil e imprescindible, en tanto que contiene toda una serie de principios, criterios y pautas que pueden ayudar eficazmente a regenerar la vida pública.
PROPUESTAS DE PROGRESO INSPIRADAS EN EL EVANGELIO
Este “corpus doctrinal” ofrece una concepción integral de la persona, de la familia y de los diferentes ámbitos de la sociedad –educación, trabajo, economía, cultura, medio ambiente– de suma utilidad para ayudar a detectar y comprender los problemas actuales del mundo y, sobre todo, a concretar soluciones para afrontarlos, señalan desde el Arzobispado.
Por esta razón, “lejos de lo que en ocasiones se señala desde determinadas instancias, que defienden la reducción de la fe al ámbito de lo privado”, los católicos, “animados por su fe”, tienen “plena legitimidad” para presentar propuestas de progreso en común inspiradas en el Evangelio.
En definitiva, la “legítima pluralidad de opiniones y visiones de la realidad no impide la defensa por parte de los creyentes de una serie de principios innegociables que responden a la naturaleza y dignidad del ser humano”.
Asimismo, el documento anima vivamente a los fieles laicos a hacerse presentes en el terreno de la política, desde el diálogo y en activa colaboración con todos, para la construcción del bien común.
Para ello, integra una reflexión sobre la necesidad del acompañamiento a quienes, en coherencia con su fe, han asumido un compromiso de servicio a través de la política.
En este sentido, señala que ninguna propuesta política concreta agota la riqueza del Evangelio y la Iglesia no ha de confundirse con ningún orden político temporal particular.
Sobre esta premisa, afirma que los pastores no pueden asumir ninguna actividad de representación política pública y que los laicos gozan de libertad en cuanto a su concreto compromiso en la vida pública, una libertad que, sin embargo, ha de ejercerse con responsabilidad, sin confundir en ningún caso posturas personales con posturas de la Iglesia cuando se trate de cuestiones opinables.
A tal fin, se ofrecen algunas pautas concretas que pueden ayudar al discernimiento compartido y al acompañamiento a todos aquellos comprometidos en política.
La guía forma parte de las diferentes iniciativas que desde la Vicaría para los Laicos, Familia y Vida y la Delegación de Apostolado Seglar se están llevando a cabo para dar continuidad al proceso abierto con motivo el Congreso de Laicos, celebrado en Madrid en febrero de 2020, uno de cuyos itinerarios clave es precisamente el relativo al compromiso en la vida pública. Se encuentra disponible en la página web de la Archidiócesis de Toledo.
- Te recomendamos -