
El proyecto de Víctor Infante y Saúl González mueve fogones a 25 kilómetros en una apuesta que cuadriplicará su cocina y ganará comodidad
ILLESCAS (TOLEDO), 27 (EUROPA PRESS)
Restaurante Ancestral, apuesta liderada por Víctor Infante y Saúl González que surgió hace cuatro años en Illescas y que luce una estrella Michelin desde hace dos, ultima su mudanza a Pozuelo de Alarcón, lo que le llevará a dar un último pase este domingo en el local de la ciudad toledana que le vio nacer antes de asaltar la capital de España con un nuevo proyecto sobrado de ambición, pero en el que pretenden apuntalar el concepto que les ha llevado al éxito.
A pocos días de su último servicio, los impulsores de Ancestral han atendido a Europa Press para asegurar que el diseño del nuevo restaurante será muy parecido al actual, pero con mucha más espacio y avanzando en modernidad. “Vamos a hacer un Ancestral 2.0, con más comodidad, más distancia entre mesas y más confort para el cliente”, explica Saúl González, quien añade que la nueva propuesta viene además de la mano de una amplia zona exterior.
Con la vista puesta en abrir puertas a más tardar en la primera semana de mayo, González avanza que el hecho de que la nueva cocina multiplicará por cuatro el espacio de la actual permitirá “hacer cosas con un poco más de nivel y definición”, lo cual hace vaticinar que conservarán la meritoria estrella otorgada por la guía de los neumáticos con la ambición de revalidarla en el próximo reparto de 2026.
El encargado de los fogones, de su lado, argumenta que se trata de un traslado “necesario” por el crecimiento que ha experimentado el proyecto desde la cocina illescana, algo que también achaca al equipo, “que tiene ganas de crecer y de acceder a más técnicas y más espacio”, un desarrollo que lo harán ahora más cerca de la exigencia de la clientela de Madrid.
“Continuaremos con la misma calidad y el mismo concepto, pero a 25 kilómetros de aquí”, indica Infante, quien añadoe que la porpuesta conservará el espíritu de la que diseñó junto a Saúl, pero con la intención de “mejorar” hasta la perfección, algo “diferente” pero radicado en el mismo equipo.
LAS RAÍCES SE QUEDAN
En todo caso, y con el agradecimiento a la ciudad por haberles acompañado en este viaje, Infante resalta que su buena mano en la cocina se mantendrá en Illescas, ya que la hamburguesería Brasacoa sigue enraizada con su concepto de “street food de calidad y de producto”, a la que acompaña una terrada para 25 comensales.
También se queda el obrador, donde su equipo “trabaja salsas y recetario” en envases y cosernvars. “Hemos estado aquí cuatro años, hemos estado muy a gusto y el pueblo lo ha disfrutado. Ahora nos enfrentamos al reto de crecer con nuestra filosofía y nuestra cocina”, ha rematado.
- Te recomendamos -