TOLEDO, 24 (EUROPA PRESS)
Amnistía Internacional, preocupada por la adquisición de armas táser en el Ayuntamiento de Toledo, ha enviado una carta al alcalde, Carlos Velázquez, en la que pregunta por la formación de los agentes sobre el uso de este tipo de armca, los protocolos de uso y los mecanismos de evaluación y rendición de cuentas.
En esta misiva, fechada el 31 de mayo, Amnistía Internacional Castilla-La Mancha recuerda que las armas táser pueden causar “graves daños o incluso la muerte”.
“El riesgo de causar graves daños se incrementa si son utilizadas contra personas especialmente vulnerables a los efectos nocivos de un arma táser, como mujeres embarazadas, personas de edad avanzada, o personas con cardiopatías; o también debido al consumo de drogas, a la medicación que toman o han omitido tomar, o personas que se encuentran en un estado de agitación o sufriendo una crisis de salud mental”.
Según esta organización, los agentes de policía deben ser conscientes de que muchas veces es muy difícil detectar estas condiciones de vulnerabilidad, y en todo caso el uso de armas táser debe restringirse a aquellas situaciones de amenaza para la vida o de lesiones graves para el agente o terceras personas; riesgo que no pueda contenerse por medios menos extremos y como último recurso, evitando los medios más letales, como las armas de fuego.
“Aunque Amnistía Internacional no se opone a que este tipo de armas de electrochoque puedan formar parte de los equipos de algunos cuerpos policiales, debido a las consecuencias que tiene el empleo de las mismas, la organización sí tiene algunas preocupaciones con relación a su uso y el respeto a los derechos humanos”.
Así, considera que deben establecerse prohibiciones claras sobre las situaciones en las que no pueden utilizarse estas armas de proyectiles paralizantes en presencia de productos inflamables; cuando la persona ha sido sometida a sustancias químicas irritantes; o si sólo ofrece resistencia pasiva, ya está bajo control y en ningún caso como debe usarse como medio de castigo.
También tiene que establecerse la prohibición de disparar a determinadas zonas del cuerpo: la cabeza, el cuello, la médula espinal, la zona inguinal o cerca del corazón, ha dicho.
Por otro lado, desde Aministía Internacional han indicado que la incorporación de este armamento debe responder a a una necesidad operativa real, previo análisis para su identificación y confirmación de que no existen otras medidas para sortear la laguna operativa identificada.
“El Ayuntamiento de Toledo explica en su página web que la adquisición de las armas táser tiene por objetivo ‘inmovilizar, detener o retener a un individuo o individuos en actitud violenta’, y que dicho armamento es necesario porque ‘desde el año 2020 han aumentado considerablemente las ocasiones en las que los policías no pueden hacer frente a alguna situación peligrosa simplemente con fuerza física'”.
Por ello, Amnistía Internacional ha pedido al regidor toledano que confirme las unidades de este tipo de armas finalmente adquiridas, marca y modelo de las mismas; las unidades policiales que van a tener este tipo de armamento como equipamiento; el contenido de la formación previa sobre su uso a los agentes, duración de dicha formación y quién la proporciona, y si existen o se están elaborando protocolos de uso y si son públicos.
De igual modo, y aunque no ha recibido respuestas, han preguntado por los mecanismos previstos para evaluar el uso de este tipo de armas, y para garantizar una correcta rendición de cuentas tras su uso.
Anteriormente, Amnistía Internacional se ha dirigido a los gobiernos municipales de Guadalajara, Albacete, Ciudad Real, Alcázar de San Juan (Ciudad Real), Seseña, Talavera de la Reina y Fuensalida (Toledo), para solicitar información similar sobre las armas táser adquiridas para sus policías municipales.
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