GUADALAJARA, 7 (EUROPA PRESS)
La joven novillera afincada en Valdeaveruelo (Guadalajara) y curtida en la Escuela Taurina de Guadalajara, Carla Otero, decide “parar”, cortar su temporada y retirarse para recuperarse “al cien por cien” de la grave cornada que sufrió hace justo un año en la Plaza de la localidad guadalajareña de El Casar.
Como ella misma dice en una carta abierta de hoy mismo, remitida a Europa Press, “dadas las circunstancias y los momentos que he vivido este tiempo atrás, las últimas revisiones médicas, y con el afán de recuperarme al cien por cien, física y mentalmente, he tomado la decisión de parar”.
En la misma, la torero –como le gusta la llamen– se muestra satisfecha de haber vuelto a torear tras “la incertidumbre de una muy intensa rehabilitación” que tuvo que afrontar tras la cornada sufrida, prolongándose más de medio año, hasta reaparecer en Trillo el pasado 23 de junio.
Después de esta localidad alcarreña asegura haber disfrutado toreando también en San Sebastián de los Reyes (Madrid) y ahora de nuevo en El Casar, la plaza donde sufrió el percance, pero ahora ha determinado “pasar página y cerrar un capítulo de 364 días”. Para esta joven, el toro es “lo más grande” que ha conocido: “entrega su vida a la vez que pretende arrebatarte la tuya en cada embestida”, y precisamente por ello, considera que “es el momento de parar y valorar si merece la pena asumir el riesgo de comprometerte y entregarte al toro aun sabiendo que el tributo a pagar es muy caro”.
Da gracias a Dios por darle la oportunidad de seguir su camino, a los médicos y a todos los profesionales que la ayudaron a recuperarse. También a su familia, amigos, a su peña taurina, a la afición y a la gente del toro, y por encima de todo –afirma– al toro, porque “me ha dado el privilegio de ser inmensamente feliz y me devolvió lo que él mismo estuvo a punto de quitarme”. “Dicen que el tiempo lo cura todo. Si es así, volveré pronto”, concluye.
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