CIUDAD REAL, 17 (EUROPA PRESS)
El Museo de la Merced acoge desde este lunes y hasta el próximo 20 de mayo la exposición ‘Gloria Merino, la exaltación sublime de La Mancha’, una retrospectiva dedicada a una de las pinturas más influyentes del siglo XX en la región y que reúne un centenar de obras, entre óleos, dibujos y litografías, que reflejan la esencia de la tierra manchega a través del particular realismo expresionista de la pintora.
El vicepresidente segundo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, José Manuel Caballero; el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, y la comisaria de la exposición, Ana María Fernández Rivero, han sido las personas encargadas de inaugurar esta exposición en la que también ha estado presente la propia pintora, que este martes cumplirá 95 años.
La artista, nacida en Jaén, pero criada en la localidad ciudadrealeña de Malagón, supo capturar con su pincel la esencia de la tierra manchega, desde sus paisajes hasta sus gentes, combinando el realismo expresionista con influencias cubistas y un uso del color cercano al fauvismo.
Desde sus primeros bocetos hasta sus piezas más reconocidas, la exposición traza un recorrido por la evolución artística de Merino, cuya obra se distingue por una paleta vibrante y una mirada profunda hacia la vida rural, tal y como ha detallado durante su intervención la comisaria de la exposición.
Entre las piezas expuestas más destacadas, se encuentra ‘La vuelta del campo’ (1975), galardonada con la Medalla de Oro en la Exposición Nacional de Valdepeñas, y ‘Casas de Argamasilla’ (1972), un homenaje a los paisajes manchegos.
Durante la inauguración de la exposición, el vicepresidente segundo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha definido a la propia Merino como “una embajadora de los orígenes y la identidad de La Mancha”, destacando que su obra refleja “los rigores de esta tierra”, como la austeridad y el trabajo, “pero también la dignidad, la esperanza y la ilusión” de la población manchega.
Asimismo, Caballero ha subrayado que esta exposición constituye “un acto de justicia” con el legado de Gloria Merino y una oportunidad única para que las nuevas generaciones se acerquen al arte y comprendan las raíces que definen la identidad manchega.
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