Los familiares ratifican el trato y expresiones “despectivas” al bebé y describen la vivienda tras los hechos de “película de terror”
SANTANDER, 10 (EUROPA PRESS)
Vecinas de la víctimas del doble crimen de Liaño, cometido en diciembre de 2021 y en el que murieron una mujer de 40 años y un bebé de 11 meses, presuntamente a manos de quien había sido su pareja y padre de la pequeña, vieron la tarde de los hechos al procesado, José R., retroceder sobre sus pasos y entrar por la puerta del garaje en el domicilio familiar, del que había sido desalojado por la Guardia Civil.
El hombre, que tenía orden de alejamiento respecto a ambas -y que habría quebrantado hasta en dos ocasiones el día de los hechos-, se refería a su hija con insultos y expresiones de odio y “despectivas”, según sostienen la fiscal y las acusaciones personadas en el caso -que piden para él prisión permanente revisable- y tal y como han corroborado este lunes familiares de las fallecidas.
Ha sido en la primera sesión del juicio contra él, que se celebra con jurado esta semana y la próxima en la Sección Primera de la Audiencia Provincial. “Siempre pensé que la iba a matar, pero ese día quería pensar todo menos eso”, ha expresado la hermana de la mujer y tía de la pequeña, que ha descrito como “de película de terror” el aspecto del domicilio cuando se personaron en él al no tener noticias de la mujer, destacando los “destrozos” en enseres personales de la niña, extremo que también llamó la atención a su cuidadora.
Por su parte, la madre y abuela de las víctimas, que ha dicho desconocer los malos tratos previos de él así como el hecho de que hubiera regresado al domicilio familiar pese a la denuncia y orden de alejamiento, ha manifestado que al entrar en la casa y ver el gorro y una bota del bebé avisó a la Benemérita y dijo a los agentes: “Mi hija está muerta, y mi nieta también”.
Esta sesión de la vista oral, que ha arrancado con las cuestiones previas de la partes, ha incluido las primeras testificales -propuestas por el ministerio público-, entre ellas también la de un albañil que la tarde del 16 de diciembre de 2021 estaba trabajando en una casa del barrio donde residían madre e hija, en la localidad de Liaño de Villaescusa.
Al llegar y bajarse de su furgoneta oyó “dos o tres veces” gritar a alguien “socorro, mi hija, mi hija”. Lo escuchó “con bastante nitidez”, considerando que las voces procedían de alguna vivienda cercana, pero no vio “nada”.
En el plenario también ha declarado la prima de la mujer fallecida y “confidente” suya en los últimos tiempos, que ha ratificado que en alguna ocasión escuchó decir al procesado -que cuenta con antecedentes y se encuentra en prisión provisional desde los hechos- “ojalá te mueras”, refiriéndose a su hija.
En el turno de esta testigo se han exhibido pantallazos de conversaciones de WhatsApp entre ambas familiares y se han reproducido audios que se enviaban a través de esta aplicación de telefonía móvil, en las que la víctima le expresaba días antes de lo sucedido que “el diablo ha vuelto” (a casa) o que ella la había “cagado” al haber “permitido” que se saltara la orden de alejamiento.
Y también de las horas previas al doble crimen, en las que la víctima comunicó a su prima que iba a llamar a la Guardia Civil y cuando ya lo había hecho. En uno de los audios reproducidos la víctima expresó que tenía “la intución” de que José R. se había “suicidado”, y en el último que se ha reproducido le dijo a su prima que los efectivos se le iban a “llevar” de casa y que ella iba a hacer un recado y a recoger a la niña, porque había quedado y quería llegar a Liaño “para recoger un poco la casa”.
- Te recomendamos -
