SANTANDER, 29 (EUROPA PRESS)
Los contenedores metálicos situados en la Primera y Segunda playa del Sardinero, La Magdalena y La Maruca lucen desde esta semana una imagen renovada y se han convertido en espacios expositivos temporales gracias a la iniciativa ‘Arte peatonal’.
La propuesta tiene como objetivo decorar estos contenedores y transformarlos en espacios expositivos temporales, abriendo un canal entre arte y espectador donde lo estético y lo práctico se unen, ha explicado la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo.
Realizados por los artistas Mo Gutiérrez Serna, Raúl Lucio e Ignacio Goitia, las intervenciones conectan los cuatro espacios con una reflexión abstracta sobre los límites de la tierra y el dibujo de la costa.
La edil ha agradecido el trabajo realizado por los artistas y ha detallado que cada contenedor se ha diseñado tras una observación del entorno en el que están ubicados.
Además, las obras llevan en su parte inferior el título, el nombre del autor, QR del proyecto y el logo de Santander Ciudad, ha indicado el Ayuntamiento en nota de prensa.
Según ha explicado, Serna se acerca al mundo del cómic con trazos frescos y diálogos sencillos llenos de humor y ternura en la Segunda playa del Sardinero. Sus personajes, Cass y Otto, se lanzan a un mágico sueño para vivir una aventura recorriendo un museo imaginario.
Todo comienza al escaparse la bombilla de un cuadro icónico dejándolo completamente a oscuras, lo que desencadena la persecución a través de algunas de las obras de arte más conocidas de la historia, buscando a la traviesa bombilla.
Por su parte, la obra del artista vasco Ignacio Goitia, en la Primera playa del Sardinero, es una declaración de principios donde la libertad rige los pasos coreográficos de los personajes retratados.
La mayoría de los escenarios arquitectónicos que aparecen en sus cuadros fueron construidos a lo largo de la historia, pero siguen formando parte importante del presente.
Mientras que Raul Lucio, en los contenedores ubicados en La Maruca y en La Magdalena, lanza el mensaje “el mar siempre tiene razón”, con una mirada poética que gira sobre el inagotable concepto del agua, líquido contenido en las nubes y bruma en el mar con un coherente juego en el que ambos espacios se invierten y desembocan en la misma fina línea.
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