La consejera de Sanidad, María Luisa Real, se ha reunido esta mañana con la presidenta en funciones y el vocal del Patronato de la Fundación Síndrome de Down de Cantabria, Elisa Irureta y Carlos de Pablo, respectivamente, con los que se ha comprometido a colaborar en la integración de las personas con discapacidad intelectual en el mercado laboral.
Esta colaboración se realizará dentro del marco establecido por el convenio firmado entre el Gobierno de Cantabria y la Fundación Síndrome de Down para el desarrollo del “Programa para la integración de personas con discapacidad en el mercado laboral”.
Durante la reunión se han abordado las dificultades que las personas con síndrome de Down y, en general, cualquier persona con discapacidad intelectual tiene a la hora de acceder al empleo, incluido el empleo público. Además, se han revisado otras necesidades de este colectivo. En el encuentro también ha participado la secretaria general de la Consejería de Sanidad, María Cruz Reguera.
Tanto la consejera como los representantes de la Fundación han coincidido en señalar la necesidad de avanzar en la lucha contra cualquier tipo de desigualdad y de establecer mecanismos a corto, medio y largo plazo que faciliten la plena integración de las personas con discapacidad en la sociedad, haciendo de ésta una sociedad más inclusiva.
Para los representantes de la Fundación, que ya ha conseguido integrar a 20 personas con esta discapacidad en empresas ordinarias “con unos magníficos resultados tanto a nivel de empoderamiento personal como de concienciación sobre las posibilidades de las personas con discapacidad intelectual”, es fundamental que las administraciones públicas se impliquen y abran vías de colaboración que consigan derribar las barreras que dificultan su acceso al mercado laboral, favoreciendo así “su plena integración social”.
La Fundación Síndrome de Down de Cantabria es una entidad que da respaldo a casi un centenar de familias. Desde su constitución en 1982 su objetivo, como entidad sin ánimo de lucro, es la promoción y realización de actividades que mejoren las condiciones de vida de las personas con este síndrome, favoreciendo así su plena integración en la familia, en la escuela, en el trabajo y en todos los ámbitos de la sociedad a los que puedan tener acceso.
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