SANTANDER, 21 (EUROPA PRESS)
El Festival Internacional de Santander (FIS) reúne este miércoles, 21 de agosto, en el escenario principal del Palacio de Festivales, las tres coreografías más representativas de Nacho Duato, en un espectáculo es, también, la puesta de largo de su nueva compañía.
Tras las citas con el ballet clásico y la danza española, el FIS lleva acerca ahora al público a una propuesta de creación contemporánea con la que ha logrado agotar de nuevo las localidades -salvo el porcentaje que, por ley, ha de reservarse para su venta el día del espectáculo-.
En el espectáculo, la compañía interpretará Jardí tancat (1983), Duende (1991) y Na Floresta, estrenada en 1990. La primera, ‘Jardín cerrado’, en catalán, fue la ópera prima de Nacho Duato y una de las más importantes y significativas del coreógrafo.
Estrenada por el Nederlands Dans Theater 2 en Hoorn (Holanda), la pieza se inspira en textos centenarios en catalán a los que la cantante María del Mar Bonet puso voz y música. Las canciones hacen referencia a la faena de la tierra y la mar, con una voz que pregona tanto la dureza de su trabajo como sus cuitas amorosas. El ballet adquiere un carácter atávico, como si fueran la lluvia y el viento quienes determinaran el movimiento.
Con ‘Duende’, estrenado por el Nederlands Dans Theater en el AT&TDanstheater de La Haya (Holanda), Duato demostró su amor por las composiciones de Claude Debussy, especialmente por la manera que tiene el compositor de convertir el sonido de la naturaleza en música.
Este ballet también investiga en los medios de expresión de los distintos significados de la palabra que le da nombre: duende como encanto personal, o magia en el flamenco; o los duendes de cuentos infantiles o en la imaginación de gentes supersticiosas.
En ‘Na Floresta’, con música de Heitor Villa-Lobos y Wagner Tisso, Duato recrea la belleza de las selvas amazónicas, recogiendo del folklore la esencia de su esplendor. También estrenado por el Netherlands Dans Theater 2 en el AT&T Danstheater de La Haya el 15 de febrero de 1990, sirve de pretexto para crear movimiento a partir de la música, comunicando un sentimiento de íntima relación con la naturaleza.
Trascurridos más de 10 años desde la salida de Nacho Duato como director de la Compañía Nacional de Danza, la presentación de su nueva compañía marca su regreso a los escenarios. Ésta es el resultado de la formación de jóvenes bailarines internacionales en el Nacho Duato Trainee Program en Madrid, de la mano del propio director.
La joven Compañía Nacho Duato nace con la misión de enriquecer la oferta de danza en España y ampliar las oportunidades laborales para los jóvenes bailarines, con una visión que abarca la realización de giras nacionales que permitan llevar la magia de la danza a diversos rincones del país, alcanzando así a un público más amplio y diverso.
Nacho Duato, coreógrafo y bailarín español, inició su carrera profesional en el Netherlands Dance Theatre y en el Cullberg Ballet. Trabajó con Maurice Béjart, Alvin Ailey y Jiri Kylian, iniciándose en su faceta de coreógrafo. Tras varios años de éxito y premios internacionales, se convirtió en Director Artístico de la Compañía Nacional de Danza en Madrid en 1990, donde desarrolló su carrera durante 20 años como coreógrafo de gran renombre internacional.
Recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, el título de Chevalier dans l’Ordre des Arts et des Lettres, Benois de la Danse y el Premio Nacional de Danza de España, entre otros. Entre 2011 y 2014, Duato ocupó el cargo de Director Artístico del Ballet Mikhailovsky de San Petesburgo; y entre 2014 y 2018, fue director artístico del Staatsballett de Berlín y coreógrafo residente en el Teatro Mikhailovsky, donde retornó como director artístico en 2019.
CONCIERTOS DE MARCOS HISTÓRICOS
Por otro lado, la violonchelista Iris Azquinezer será la protagonista de los dos próximos conciertos de la sección Marcos Históricos del Festival Internacional de Santander, que tendrán lugar este miércoles en Viérnoles y el jueves 22, en Somo-Loredo.
‘En el programa’, titulado Azul y jade, Azquinezer interpreta creaciones propias intercaladas con piezas de Johann Sebastian Bach, Enric Casals y Gaspar Cassadó. Nacida en Madrid en 1984, comenzó sus estudios de violonchelo a los tres años y los de piano a los cinco al lado de su madre, la fallecida compositora María Escribano.
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