
SANTANDER, 14 (EUROPA PRESS)
Los tres hombres acusados de robar en marzo de 2023 en establecimientos de hostelería de Hoznayo, Parbayón y Soto de la Marina han reconocido los hechos y han aceptado penas de hasta cuatro años y medio de cárcel este viernes, antes del juicio previsto contra ellos en la Audiencia Provincial de Cantabria y que no se ha celebrado, ya que ha habido conformidad de las partes.
Así, acusaciones y defensas han acordado imponer a todos cuatro años de prisión -en la que se encuentran de forma provisional tras los hechos- por un delito de robo continuado, y seis meses más a dos de ellos por resistencia (y que se consideraba atentando a agente de la autoridad antes de la vista oral).
Además, a estos dos últimos se les ha impuesto el pago de una multa de 150 euros, a razón de una cuota diaria de 5 euros durante un mes, por un delito leve de lesiones, a uno de los guardias civiles con los que forcejearon en el momento de la detención, y al que deberán indemnizar con 2.042 euros, la cuantía pedida inicialmente.
Con anterioridad al plenario, desarrollado en la Sección Primera de la AP, la Fiscalía pedía penas de entre seis y siete años de cárcel a los tres procesados, al considerar que integraban una “estructura delictiva” y actuaban de forma coordinada.
Además, esta parte entendía que adoptaban medidas que “dificultaban su seguimiento” y utilizaban dispositivos electrónicos para evitar las de seguridad que tenían los locales a los que accedían.
Los enjuiciados, que son moldavos y que han sido asistidos por un intérprete, se han mostrado de acuerdo con las modificaciones introducidas y con la nueva calificación de los hechos y las penas solicitadas para ellos, por lo que la Sala dictará sentencia en esos términos.
Y al comprometerse la acusación pública y la particular -ejercida por la Guardia Civil- y las dos defensas a no recurrir la resolución judicial, los magistrados han decretado ya la firmeza de la misma.
ENCAPUCHADOS Y CON GUANTES
Los robos ocurrieron hace ahora dos años, cuando los acusados entraron en un restaurante de Hoznayo, encapuchados y con guantes, forzaron el bombín y fracturaron la puerta. Se apoderaron de la máquina de cobro automática y del dinero que tenía.
Días después, acudieron a un bar de Parbayón, igualmente encapuchados y con guantes. Accedieron tras romper el cristal de la puerta y se apoderaron de la recaudación de la máquina recreativa y de la caja registradora.
Finalmente, procedieron del mismo modo seis días después en un restaurante de Soto de la Marina. Tras forzar el bombín de las dos puertas de acceso, se llevaron el dinero de las máquinas recreativas y de la máquina de tabaco.
El vehículo que utilizaron en todos los robos fue interceptado por la Benemérita cuando regresaba al domicilio de los tres acusados, en Revilla de Camargo. Dos de ellos forcejearon con los agentes para evitar su detención, resultando un efectivo herido leve.
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