SANTANDER, 8 (EUROPA PRESS)
La Policía Nacional ha salvado la vida a una mujer y a una niña cuyo vehículo quedó colgando de un guardarraíl a cuatro metros de altura en la carretera autonómica CA-131, que une Santillana del Mar con Comillas, tras colisionar con una furgoneta.
El accidente se produjo el miércoles por la tarde y las ocupantes del turismo solo resultaron heridas leves gracias a la rápida intervención de los agentes de la BRIC (Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina) de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras -en refuerzo de personal en la Jefatura Superior de Cantabria, en el marco de la ‘Operación Verano 2024’-.
Los efectivos estaban realizando inspecciones de los puertos deportivos de la zona, dentro de sus funciones de prevención de la inmigración ilegal, y circulaban por la CA-131 -de Santillana del Mar a Comillas- cuando en el punto kilométrico 20.400 se percataron de que, frente a ellos, en dirección contraria, se había producido un siniestro de tráfico.
Ante esto, aparcaron su vehículo en el arcén y observaron una furgoneta en mitad de la carretera humeando, perdiendo líquidos por los bajos y con un fuerte impacto en el frontal, y un vehículo fuera de la vía, colgando de una rueda sujeta en el guardarrail, con “gran peligro” de caer a un riachuelo a 4 metros de altura.
Los agentes señalaron el accidente evitar otros nuevos y se dirigieron a los vehículos implicados. Localizaron al conductor de la furgoneta desorientado, con múltiples contusiones y laceraciones.
Al aproximarse al turismo los agentes comprobaron que estaba “en grave peligro” la vida de sus ocupantes, y a un ciudadano en el exterior intentando sacar a una niña del interior, por lo que formaron una cadena humana, poniéndo “en grave riesgo sus vidas ante la posible precipitación del vehículo o de ellos mismos hacia el arroyo”.
Lograron sacar a la menor del vehículo por la ventana trasera izquierda “con gran dificultad”, dado que estaba “muy bien amarrada”. La niña presentaba contusiones y laceraciones en las piernas y brazos.
Posteriormente los policías, ya sin la colaboración del citado ciudadano, auxiliaron a la mujer que estaba dentro del vehículo, a l que sacaron por la ventana delantera izquierda también “con suma dificultad”, dado lo escarpado de la zona y la posición del vehículo, poniendo nuevamente en grave riesgo sus vidas ante la posible precipitación del vehículo y de ellos mismos.
La mujer presentaba igualmente múltiples contusiones y laceraciones en brazos y manos, y se quejaba de un fuerte dolor en las cervicales.
Después, los agentes dispusieron una zona de seguridad para que los técnicos sanitarios pudieran asistir a las heridas de manera segura, a una distancia prudencial del accidente, señalizando el accidente y dirigiendo el tráfico, para evitar que se agravase la situación hasta la llegada de más servicios de emergencia.
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