En la Audiencia Provincial de Cantabria y con tribunal del jurado, durante nueve sesiones
SANTANDER, 5 (EUROPA PRESS)
El juicio al acusado por el doble crimen de Liaño, por matar a quien había sido su pareja y al bebé de ambos, de once meses de edad, se celebrará el próximo mes de febrero en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria, en nueve sesiones que se desarrollarán desde el día 7 hasta el 19.
La vista oral será con jurado popular y arrancará con su constitución y finalizará con el veredicto, según consta en el auto de hechos justiciables, al que ha tenido acceso Europa Press.
En esta causa, que ha sido instruida por el titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Santander, está procesado José R., por asesinar a su hasta entonces pareja, de 40 años, y al bebé de ambos, de once meses, en diciembre de 2021 en la localidad de Liaño, perteneciente al municipio de Villaescusa.
Es el único investigado por lo ocurrido y está la cárcel de manera provisional desde entonces, cuando tenía 43 años. Se enfrenta a prisión permanente revisable que piden para él la Fiscalía de Cantabria, las acusaciones particulares -ejercidas por familiares de las víctimas- y la popular, a cargo del Gobierno regional, en tanto que la defensa interesa su absolución.
“SOCORRO, SOCORRO, MI HIJA”
Según las acusaciones, el sospechoso causó de forma “sorpresiva e inopinada” la muerte de su pareja y de su hija, sin que ninguna de las dos “pudieran evitarlo”, con golpes que realizó de manera “brutal y repetida”, y empleando también un arma blanca (cuchillo) que no ha sido localizada.
En el auto de hechos justiciables, consultado por esta agencia, también se ponen de manifiesto otros extremos, como que en el momento del ataque, en la vivienda familiar, la mujer solicitó ayuda gritando “socorro, socorro, mi hija”, o la “animadversión” que el hombre había tenido siempre hacia el bebé, al que se refería con insultos y expresiones de “odio”.
Tras la muerte de ambas, José R. colocó sobre los cuerpos unos palés de madera en el patio exterior de la casa donde ocurrió todo, el 16 de diciembre, y donde fueron localizados el día 17 por la Guardia Civil, alertada por familiares de la mujer, madre de otros dos hijos de una relación anterior y que no convivían con ella.
En el momento de su detención, el acusado solo presentaba dos heridas autolíticas en la muñeca y cuatro pequeñas incisivas en el codo, según la citada resolución.
DESARROLLO DEL JUICIO
En cuanto al juicio, arrancará el 7 de febrero a las 9.30 horas con la constitución del tribunal y concluirá el 19 con el veredicto de los jueces legos.
Tras la formación del jurado, la vista oral continuará el lunes 10 a la misma hora con los informes previos, la audiencia del acusado y el interrogatorio de los siete primeros testigos; el martes 11, con el resto de las testificales propuestas por la fiscal; y el miércoles 12, con la práctica de la prueba testifical de las acusaciones particulares y popular y de la defensa.
Seguirá el jueves 13 con la pericial forense, la psicológica y la psiquiátrica, propuesta por la defensa; el viernes 14, con las periciales de la fiscal (biología criminalística, servicio de criminalística del Instituto de Toxicología y especialistas del grupo tecnológico de apoyo a la Guardia Civil).
El lunes 17 se practicarán las demás periciales y el martes 18 será el turno de las conclusiones definitivas e informes finales de las partes.
La última jornada, el miércoles 19 de febrero, empezará a las 10.00 horas con las instrucción al jurado para la emisión del veredicto.
PRISIÓN PERMANTENTE REVISABLE
En cuanto a los delitos y penas, la fiscal solicita la máxima (prisión permanente revisable) por la muerte de la pequeña, 25 años de cárcel por el fallecimiento de la mujer y uno más por quebrantamiento de condena (orden de alejamiento que tenía sobre esta última y que habría roto hasta dos veces ese día).
El ministerio público considera los hechos constitutivos de dos delitos de asesinato (ambos con alevosía y uno de ellos con ensañamiento además) y en los que concurren las agravantes de parentesco, en ambos, y de discriminación por género en uno también,. Asimismo, entiende que es autor de un delito continuado de quebrantamiento de condena, con la agravante de reincidencia.
Las tres acusaciones particulares personadas en la causa, en representación de familiares de las dos víctimas, y la acción popular, ejercida por el Gobierno de Cantabria, también reclaman para José R. prisión permanente revisable por el asesinato del bebé y 25 años más de cárcel por el de la mujer.
DICIEMBRE DE 2021
Los hechos sucedieron en la casa familiar de las víctimas, en la localidad de Liaño, perteneciente al municipio de Villaescusa, donde aparecieron sin vida los cuerpos de la madre, de 40 años, y la hija, el 17 de diciembre de 2021.
Fueron localizadas con distintas heridas de arma blanca (un cuchillo, que no ha aparecido), aunque se cree que ambas fueron asesinadas la tarde anterior. Los forenses sitúan la data de la muerte entre las siete de la tarde y nueve de la noche del día 16.
Tras el hallazgo de los cuerpos, el sospechoso se personó en dependencias policiales a requerimiento de las autoridades y quedó detenido. Desde entonces se encuentra en prisión preventiva. Primero estuvo en la cárcel de El Dueso, en Santoña, y después y hasta ahora en la de Dueñas, en Palencia.
TESTIGOS, TELÉFONOS MÓVILES Y ADN DEL SOSPECHOSO Y NO DE TERCEROS
Aunque se ha declarado inocente y ha negado su participación en los hechos, José R. es el único procesado por lo ocurrido. Varios testigos le situaron en el lugar en los momentos en los que presuntamente se cometieron.
Junto a ello, los datos de geolocalización de los teléfonos móviles del hombre y de la mujer también coinciden en tiempo y espacio, situándole igualmente en el escenario del doble crimen en el momento en el que presuntamente se cometió.
Y además, la información registrada en distintos repetidores y antenas de telefonía de la zona reflejan los desplazamientos posteriores del encausado, según los cuales permaneció toda la noche en la casa -en contra también de lo manifestado por él- y se fue en torno a las seis de la mañana del día siguiente.
Frente a todo ello, los investigadores no han encontrado ADN de otras personas en el lugar de los hechos, por lo que descartan la participación de terceros en estas muertes.
Así, en la casa familiar solo hallaron restos genéticos de madre e hija y del propio sospechoso, incluso en la mantita de la pequeña, en la que apreció envuelto su cadáver.
ORDEN DE ALEJAMIENTO E INTERVENCIÓN DE LA GUARDIA CIVIL
A priori, ambos asesinatos se produjeron tras la intervención de dos guardias civiles por la llamada de la mujer ante la presencia del hombre en el domicilio, a pesar de que tenía orden de alejamiento -dictada por el Juzgado de lo Penal número 5 de Santander- y que habría quebrantado, hasta dos veces en un día.
Personados en el lugar, los agentes dejaron marchar al sospechoso y por este proceder la Benemérita abrió una investigación interna y un expediente -también a un sargento- que acabó en sanción a los tres efectivos implicados.
Posteriormente, la Audiencia Provincial de Cantabria rechazó que se imputara por un doble delito de homicidio por imprudencia profesional a los tres efectivos.
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