Las viviendas turísticas estarán reguladas el próximo verano dentro de modelo “de calidad” que quiere el Ejecutivo
SANTANDER, 2 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Cantabria quiere impulsar la promoción permanente del Año Jubilar Lebaiego con actividades para darlo a conocer fuera de la comunidad autónoma y actuaciones de recuperación o puesta en valor de servicios e instalaciones, además de con mayor número de iniciativas en la propia comarca.
La consejera de Turismo, Eva Guillermina Fernández, ha expresado este miércoles su intención de llevar a cabo “más actividades en Liébana” y otras “que tengan una mayor repercusión en el territorio, que no sean tan transitorias, que no sean flor de un día”, si bien ha reconocido que su margen de maniobra –con un Año Santo que terminarán en abril y que ha dejado encaminado la anterior Administración regional– y los recursos “son bastantes limitados”.
Fernández se ha pronunciado así en declaraciones a los medios tras mantener un encuentro con representantes de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC), encabezados por su presidente, Javier Bedia, en la que ambas partes han destacado su “buena sintonía” y el que los hosteleros han trasladado sus principales preocupaciones, entre ellas, la promoción del Camino Lebaniego y las viviendas de uso turístico, cuyo decreto de regulación estará listo antes del próximo verano, según ha anunciado la consejera.
En relación al Jubileo, los hosteleros han comentado que no se conoce fuera de Cantabria o “no se ha hecho una promoción correcta” del mismo más allá de la región, para lo que han propuesto “copiar” el ejemplo del Camino de Santiago, que se publicita constantemente. “Es importante hacer una campaña de un camino a otro, planificándola e intentando centrarlo todo en el Año de Lebaingo”, ha defendido Bedia, que también ha reclamado una colaboración público-privada en cuestión por ejemplo de alojamientos, para ofrecer “un mejor servicio”.
Una línea que comparte la Consejería, que opina que el Año Jubilar tiene que ser “una eclosión” de todas las partes que lo integran –religiosa, cultural y turística– pero con un trabajo que hay que hacer “durante los años anteriores” a su celebración.
“No consiste solo en organizar actividades efímeras de un día, sino que hay que trabajar mucho en la rehabilitación del patrimonio vinculado al camino; en mantener todas las instalaciones a punto; en que los caminos estén limpios y preparados; en que la señalética sea la correcta. Y sobre todo en la promoción, porque donde tiene que conocerse el camino Lebaniego es fuera de Cantabria”, ha defendido Fernández.
En este sentido, ha asegurado que “hay ahí una labor importante por hacer”. “No se trata de inventar nada: hay muchas cosas que ya están inventadas pero que se pueden copiar muy bien desde aquí y darle una relevancia que se corresponda con su importancia cultural”.
A preguntas de la prensa sobre las quejas en la promoción, sobre todo desde la zona lebaniega, Fernández ha reiterado que “hay poco margen de maniobra” pero desde el Gobierno tratarán de hacer lo que puedan. “No sé si podremos revertir la tendencia, pero al menos suavizarla. Pero estamos en el mes de agosto y el Año Santo finaliza el año que viene; entonces el margen de maniobra es pequeño”.
Y ha insistido en que “no se puede trabajar el mismo año de la efemérides: hay que hacerlo con antelación”.
Así, aunque la capacidad de maniobra no sea “tan grande como quisiéramos”, el Gobierno podrá todo de su parte “para tratar de emprender iniciativas y actividades que al menos contribuyan a mejorar un poco la situación actual”, ha asegurado la consejera.
TURISMO DE CALIDAD, DECRETO DE VIVIENDAS
Otro de los grandes problemas de los hosteleros son las viviendas de uso turístico no reguladas, que según Bedia, está siendo “muy importante” tanto por el perjuicio económico que causa, como “de imagen”, además de que puede llevar a la “turismofobia”, ha advertido, en relación a las molestias que genera en los vecinos afectados.
Según sus datos, en Cantabria hay unas 10.000 viviendas de uso turístico, de las que “apenas un 16% están legalizadas”. Por eso, en su opinión, “antes de llegar a generar un problema, más del que tenemos, hay que, de alguna manera, acotarlo e intentar buscar soluciones”, ha considerado.
En este sentido, Fernández ha asegurado que el decreto de viviendas turísticas que ha prometido el nuevo Gobierno regional es “una prioridad” y, aunque no hay una fecha “marcada” porque tiene que consensuarse y tramitarse, “lo que sí queremos es no tener otro verano sin él. Al menos ese límite sí lo tenemos”, ha señalado.
Esta medida se enmarca en la apuesta del Ejecutivo porque el modelo turístico de Cantabria se base “en un turismo de calidad”.
“El territorio de Cantabria es el que es, tiene unos límites y tiene una capacidad de acogida limitada. No podemos saturarlo porque eso va en detrimento de nuestro mayor activo, que es el paisaje, y va en detrimento de los servicios que ofrece la hostelería. Por lo tanto, tenemos que trabajar en modelos que sean beneficiosos para todos y que preserven el territorio, que es nuestra mayor joya”, ha sostenido.
Un modelo que, en parte, pasa por regular las viviendas turísticas ilegales y también las autocaravanas, porque “así como sabemos la capacidad que tenemos en hoteles o en las viviendas que están regularizadas, no podemos controlar la gente que entra en Cantabria si están en viviendas ilegales o en caravanas que no aparcan en los sitios adecuados”. “Ahí no tenemos capacidad para saber cuánta gente en esa situación entra a Cantabria y entonces es muy difícil hacer un cálculo de esa carga que está soportando el territorio”.
Por eso, para Fernández, es “muy necesario saber cuál es la capacidad de carga” de Cantabria para no superarla y que se concedan las licencias acorde con ella, lo que repercutirá “en un mejor servicio y en turismo de mayor calidad”.
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