SANTANDER, 15 (EUROPA PRESS)
El Colegio Profesional de Educación Social de Cantabria (COPESCAN) ha pedido a la Consejería de Sanidad que resuelvan las tres plazas de la categoría de técnico medio de Educador Social que se crearon en 2017.
En un comunicado, COPESCAN ha explicado que durante estos cinco años ha mantenido “innumerables reuniones” con responsables de Sanidad de esta legislatura y de la anterior, en la que fue creada la categoría por la entonces consejera de Sanidad, Luisa Real.
En estos encuentros, se ha manifestado la importancia de la figura del profesional de la Educación Social en la sanidad pública, “mostrando su preocupación por el incremento en la ciudadanía de problemas con la salud mental y más aún después de la pandemia, donde se ha incrementado exponencialmente en toda la población, pero cabe destacar la incidencia en los jóvenes”. Según el colegio, “buenas palabras siempre se han recibido, pero en eso han quedado”.
COPESCAN ha informado a los responsables sanitarios que en el ára de Salud Mental del Hospital de Liencres estaban trabajando profesionales, realizando funciones de Educación Social, “sin ser contratados como tal y no tener dicha titulación académica”.
El Colegio ha indicado que, pese a que desde la Administración se afirmó que “lo iban a revisar”, su “sorpresa e indignación” llegó con la publicación, el 15 de noviembre de 2022, del Plan de Salud Mental de Cantabria 2022-2026, en el que figura que en el equipo de dicho hospital se compone de “tres educadoras sociales…”, situación “que no se corresponde con la verdad y en cada una de las reuniones se ha denunciado”, ha asegurado.
COPESCAN ha expresado su “preocupación” ante esta “apatía y dejadez institucional”. “Es inusual que sean los representantes de estas instituciones los que permitan y consientan que haya profesionales realizando unas funciones por las que no están contratados, situación que puede llegar a considerarse un acto irregular”, ha denunciado el Colegio.
Una denuncia en la que se reafirma la entidad, ya que después de casi seis años, en los que “han dejado a la categoría inmersa en el limbo”, no ha recibido respuesta pero “sí muchas promesas sin cumplir”, por lo que espera que en la siguiente legislatura pueda finalizar “aquello que empezamos como mucha ilusión”, y que en esta última legislatura “ha sido imposible desatascar por una falta de implicación real de los responsables de la Consejería de Sanidad”.
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