El edificio se ubica en la calle Hernán Cortés y tiene 4.000 metros cuadrados
SANTANDER, 29 (EUROPA PRESS)
Banco Santander ha inaugurado su nueva sede territorial en Cantabria en el antiguo edificio del Banco Mercantil, un histórico inmueble de 1903 localizado en la calle Hernán Cortes de la capital, que ha sido objeto de una reforma integral por parte del estudio de arquitectos Cruz y Ortiz.
Así, este espacio de 4.000 metros cuatrados se ha convertido en “uno de los más modernos y completos” de los que tiene el banco, y alberga una oficina comercial, una de banca de empresas y de banca privada y todos los servicios centrales de la Territorial de la región.
La inauguración tuvo lugar ayer por la tarde y contó con la asistencia de la presidenta de la entidad bancaria, Ana Botín, así como de una amplia representación institucional de la comunidad autónoma, entre ellos la pesidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, la presidenta del Parlamento, María José González Revuelta; la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y una amplia nómina de empresarios.
Como recordó Botín, el Santander decidió en 2018 remodelar a la vez este edificio y el de Paseo de Pereda y así “contribuir a la transformación urbana de la ciudad a través de la eficiencia energética y la sostenibilidad, manteniendo y reinterpretando los elementos arquitectónicos originales de ambos edificios”. “Queremos que sea un espacio innovador, abierto, cercano, como símbolo de los pilares del banco y de la transformación que estamos llevando a cabo”, defendió.
El encargado de explicar las obras realizadas, que han supuesto una inversión superior a 20 millones de euros, fue el arquitecto sevillano Antonio Cruz, cofundador del despacho que ha diseñado la actuación, que también ha sido el responsable de la restauración del Risjksmuseum en Holanda, las estaciones de ferrocarril de Basilea y Sevilla o el diseño del Wanda Metropolitano de Madrid, entre otros.
REFORMA
El proyecto ha recuperado el valor patrimonial del edificio, al mismo tiempo que lo ha adecuado a las nuevas necesidades del banco. El exterior conserva su imagen de bloque representativo y su fachada es uno de los elementos más singulares. Gracias a la restauración que se ha realizado, se han mejorado los detalles puramente arquitectónicos y característicos del manierismo italiano: almohadillados, cornisas y adornos de diferente índole.
El interior conserva la estructura compuesta por pilares de fundición original y un patio octogonal en el centro. Esta estructura se erige como otro de los elementos singulares con un importante valor arquitectónico e histórico. El nuevo proyecto se completa con la adecuación de la cubierta, que servirá como espacio multifuncional para los profesionales del banco, además de mirador para disfrutar de las vistas de la ciudad.
El inmueble fue diseñado por primera vez en 1902 por el arquitecto Casimiro Pérez de la Riva como sede del Banco Mercantil, el otro gran banco de la región que se creó en el último año del siglo XIX. El edificio original tenía un uso mixto: el primer piso y el sótano estaban destinados a oficinas, mientras que los pisos superiores se usaban como vivienda de los propios trabajadores del banco.
Pertenece al “estilo francés moderno” que se desarrolló en Cantabria a finales del siglo XIX y se caracteriza por una mezcla de diferentes estilos como el Renacentista, el Manierismo o el Barroco. Las cornisas, las molduras, los balcones o las torretas de las esquinas, que han sido restaurados, son algunas de las formas características de este lenguaje, que convierten a la fachada del edificio de Hernán Cortés en una de las principales referencias de este estilo.
El edificio ha sido casi siempre sede de bancos, salvo en los años veinte que albergó la Diputación Provincial.
Tiene certificación Internacional BREEAM en su categoría de Excepcional, que lo acredita como el más sostenible que se puede construir actualmente, gracias a características como la eficiencia energética de sus instalaciones, el uso de materiales sostenibles, con el consiguiente beneficio a la economía local, el menor impactoposible para vecinos y trabajadores y la garantía de uso en condiciones higiénico-sanitarias y de calidad de aire.
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