El Gobierno regional acata la resolución “unilateral” del Ministerio, aunque no la comparte “por falta de aval técnico”
SANTANDER, 10 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Cantabria ha decidido acatar la orden del Ministerio de Sanidad sobre la obligatoriedad de uso de mascarillas en hospitales y centros de salud, con lo que pasan a ser obligatorias en estos lugares desde esta noche y, al menos, hasta el próximo martes.
Será entonces, según ha informado el Ejecutivo regional, cuando Cantabria revisará sus datos de incidencia acumulada de infecciones respiratorias y, de confirmarse el descenso que mantiene desde la semana pasada, su uso pasaría a ser una recomendación, siguiendo el contenido de la resolución del Ministerio, que permite levantar la obligatoriedad tras dos semanas consecutivas de caída de la incidencia.
El Gobierno ha en un comunicado explicado que la Consejería de Salud, que dirige César Pascual, ha recibido la notificación de la orden esta tarde, a las 19.14 horas, momento en que la resolución pasa a ser efectiva y se mantendrá al menos hasta el próximo martes.
De este modo, el Ejecutivo cántabro asume la decisión del central, aunque no la comparte, ya que, según dice, “no cuenta con el aval técnico” de la Ponencia de Alertas y la de Vigilancia en la que, tras la reunión conjunta que han tenido hoy durante más de tres horas, los técnicos que las componen “no han dado su visto bueno”.
“Se trata pues de una decisión unilateral e impositiva que la ministra había tomado hace días y así manifestó en diversos medios de comunicación, y que hoy sin aval técnico ni consenso con los consejeros ha puesto en marcha”, ha asegurado Pascual, que ha lamentado la “ruptura institucional del consenso”, que ha sido la fórmula de trabajo legalmente establecida para el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Para Pascual, esta decisión ofrece “importantes dudas” acerca de su legalidad, pero especialmente supone “un injustificado ataque y menosprecio” a las competencias que tienen las comunidades autónomas.
A su juicio, si la ministra, Mónica García, “hubiera apostado por diálogo y no por la imposición”, no hubiera sido difícil lograr el consenso con las comunidades autónomas, y se hubiera evitado llegar a una situación que supone “romper con los principios de respeto y la lealtad institucional que deben presidir las relaciones entre las administraciones”.
La resolución que el Ministerio ha remitido esta tarde a Cantabria abre la puerta a pasar de la obligatoriedad a la recomendación de uso de mascarillas en hospitales y en centros de salud en caso de sumar dos semanas consecutivas de descenso en la incidencia acumulada.
Así, el texto establece que las comunidades que presenten datos de descenso de la Incidencia Acumulada de Infecciones Respiratorias Agudas durante dos semanas consecutivas, según los datos reportados al Ministerio por la Red de Vigilancia, “podrán pasar, si así lo consideran adecuado según el conjunto de su situación epidemiológica, de la situación de obligatoriedad del uso de mascarillas en centros sanitarios a una situación de recomendación de uso”.
Por ello, Cantabria revisará sus datos el próximo martes y, de confirmarse el descenso que mantiene desde la semana pasada, levantaría esta obligatoriedad y pasaría a recomendar su uso en hospitales y centros de salud, teniendo en cuenta la “caída continuada” en las cifras de incidencia de estas patologías.
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