A lo largo de julio y la primera mitad de agosto han sido agredidos seis vigilantes de Renfe Operadora en Cantabria
SANTANDER, 16 (EUROPA PRESS)
CC.OO en Cantabria ha alertado del aumento de agresiones que están sufriendo las plantillas de vigilantes de seguridad asignadas en servicios ferroviarios y centros comerciales durante los últimos meses y ha solicitado “medidas eficaces de protección y seguridad” y ha lamentado que hasta ahora no se ha adoptado ninguna para disminuir los riesgos de su labor pese a la “insistencia” del sindicato.
Como ejemplo, el sindicato ha asegurado en un comunicado que durante el mes de julio y los primeros quince días de agosto se han producido seis agresiones a vigilantes de seguridad en Renfe Operadora.
Jesús Ángel Rodríguez, delegado del sindicato en Prosegur, ha señalado que los servicios a este cliente “entrañan mucha peligrosidad y deberían ser reforzados”, como viene solicitando CC.OO.
En este sentido, ha reclamado la implantación de un servicio móvil de apoyo en horario nocturno, con la sustitución de los servicios en solitario por binomios en los servicios de acompañamiento de trenes nocturnos, fines de semana y festivos, y con especial hincapié en la vigilancia de estaciones como la de Tanos, Reinosa o Guarnizo.
El sindicato ha registrado un escrito ante la Delegación del Gobierno para instar a este organismo, competente, como recoge la Ley de Seguridad Privada, de velar por el control y establecimiento de unos mínimos razonables y seguros, a que “exija a las empresas que contratan estos servicios que extremen las medidas de seguridad y protección y que no haya un solo vigilante de seguridad trabajando en solitario en lugares donde el riesgo es elevado”.
Rodríguez ha recalcado que el hecho de que los vigilantes de seguridad no cuenten con la protección jurídica que representaba la consideración de agente de la autoridad “hace muy complicado protegerse ante las agresiones, porque mantienen su obligación de hacer respetar las leyes sin esa herramienta principal para lograrlo”.
Rodríguez ha censurado que, mientras tanto, “la lógica empresarial, implacable y en la búsqueda constante de obtener el máximo rendimiento con el mínimo gasto, merma los salarios y las plantillas y aumenta los riesgos, con el desprecio por parte de estas empresas y de sus clientes, en su mayoría instituciones estatales o autonómicas, hacia la seguridad personal de los vigilantes, convirtiendo en servicios individuales lo que en cualquier caso deberían ser al menos binomios de vigilantes, para poder contar con un mínimo apoyo en sus intervenciones”.
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