Visita el obrador de Regma, empresa con más de 40 establecimientos por distintos puntos de España y una plantilla media de 110 trabajadores
SANTANDER, 2 (EUROPA PRESS)
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco (PRC), ha puesto en valor “el trabajo y afán de superación” de empresas familiares de producción alimentaria.
Así lo ha destacado durante la visita que ha realizado este martes al obrador que tiene en Regma en Revilla de Camargo, empresa cántabra especializada en helados y pastelería nacida en 1933 y que, según ha subrayado el consejero, lleva apostando por mejorar su procesode calidad y ahorro energético con la inclusión de nuevas tecnologías, además de contribuyendo a crear empleo en la región.
Blanco ha remarcado el empuje familiar de esta empresa, que va por la cuarta generación y que cuenta ya con más de 40 establecimientos en varios puntos de la geografía española, como Asturias, Castilla y León, Navarra, País Vasco y Madrid. De todos ellos, más de la mitad se encuentran en Cantabria, desde donde distribuyen sus característicos productos de repostería, ha informado en un comunicado el Gobierno regional.
Regma tiene, además, una plantilla media de 110 empleados en invierno, llegando incluso a elevarse hasta 250 durante los meses de verano. Su facturación actual ronda los 8 millones de euros. Del total de la plantilla, 44 trabajadores son operarios del obrador y se dedican a la producción mayoritariamente de helado (cerca de un 70%) y repostería variada.
La empresa ha adecuado, además, sus instalaciones para contribuir al ahorro y la eficiencia energética.
Especializada en helados y repostería, Regma fue creada hace 90 años por Marcelino Castanedo Miera, experto en el sector del frío que adquirió la propiedad de una heladería, regentada hasta entonces por unos italianos y la bautizó con el nombre de Regma (la unión del de sus dos hijas: Regina y Margarita).
En su visita, Blanco ha estado acompañado de la directora general de Pesca y Alimentación, Marta López, y el director de la Oficina de Calidad Alimentaria (ODECA), Fernando Mier.
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