“La tecnología nos puede atar y crear dependencia, pero bien utilizada nos puede liberar”, dice en su discurso
OVIEDO, 14 (EUROPA PRESS)
El doctor Ricardo L. Carrau, referente mundial en cirugia endoscópica de base de cráneo, ha sido investido este mediodía Doctor Honoris Causa por la Universidad de Oviedo, en una ceremonia celebrada en el Paraninfo del Edificio Histórico que ha sido presidida por el rector Ignacio Villaverde y en la que ha ejercido como padrino el doctor José Luis Llorente, catedrático de ORL del Departamento de Cirugía y Especialidades Médico- Quirúrgicas de la universidad asturiana.
La ceremonia de investidura, en la que el doctor Carrau ha recibido los atributos del honoris, ha contado con una amplia presencia de miembros de la comunidad universitaria y representantes institucionales.
Han estado presentes, entre otras autoridades y además del actual equipo rectoral, los rectores Juan Sebastián López-Arranz, Vicente Gotor Santiago García Granda; el consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borj Sánchez; la directora general de Universidad, Cristina González-Morán, y la directora de Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo.
Ricardo Carrau, nacido en Puerto Rico, es en la actualidad jefe y profesor de Otorrinolaringologia en el Ohio State University Medical College de Columbus, en Estados Unidos. Carrau, propuesto para el Honoris Causa por iniciativa del Departamento de Cirugía y Especialidades Médico-Quirúrgicas de la Universidad de Oviedo, es un eminente médico y cientifico, pionero por sus aportaciones sobre la cirugía endoscópica de base de cráneo y referente por su labor investigadora. Méritos a los que se añade, además de su colaboración con el Servicio de Otorrinolaringologia del Hospital Universitario Central de Asturias y con la Universidad de Oviedo, su ingente labor de publicación, difusión, formación y dirección de equipos, según han informado desde la Universidad de Oviedo.
Carrau, durante su discurso de ingreso en el claustro de doctores de la Universidad de Oviedo, ha calificado el Honoris Causa como el “mayor honor” de su carrera profesional y ha querido que sus primeras palabras fueran de agradecimiento hacia sus maestros, familia y amigos.
El nuevo Honoris Causa ha centrado el grueso de su intervención en su visión sobre el futuro inmediato del estudiantado, docentes y personal investigador.
“Aunque mi experiencia es más bien en el campo de la medicina y, sobre todo, en otorrinolaringología y cirugia oncológica de cabeza y cuello, los cambios venideros afectarán a todos los aspectos de nuestra vida diaria”, ha comentado.
En este contexto de cambios vertiginosos, el nuevo honoris ha abogado por modificar con “cierta urgencia” el paradigma de la enseñanza. “Mi educación conllevó una gran cantidad de memorización de datos que hoy en día se han probado falsos o fútiles”, ha subrayado.
“La tecnologia nos puede atar y crear dependencia, pero bien utilizada también nos puede liberar”, ha añadido. “En las ramas quirúrgicas ya tenemos tecnologias que solo 20 años atrás se consideraban ciencia ficción”, ha añadido.
“Tenemos aparatos que ayudan a establecer diferencias entre los tejidos e identificar cáncer usando iluminación fuera del espectro de luz visible. Igualmente, instrumentos y sistemas parecidos a un GPS (SPG) que pueden guiar la cirugía para mantenerse en corredores anatómicos seguros y evitar lesionar estructuras criticas, o robots que permiten completar cirugías de manera más efectiva evitando incisiones o complicaciones mayores. Tecnologias que nos permiten transferir información y consultar a colegas alrededor de todo el mundo y aún completar cirugías a distancia”, ha explicado.
Ante este cambio de paradigma, existen, a juicio el profesor distinguido hoy, varias opciones. “Podemos atrincherarnos en nuestros métodos tradicionales y seguir haciendo lo que hacemos tal como lo hacemos hoy en día; también nos podemos convertir en usuarios pasivos, dejándonos llevar por la corriente; o podemos ser usuarios activos, empleando nuevas tecnologías para mejorar o aumentar los resultados de nuestros esfuerzos; o aún más, en circunstancias selectas, podemos ser los inventores o conductores de estas innovaciones”, ha destacado.
Carrau ha abogado por involucrar en el cambio a las generaciones más antiguas. “Para bien o para mal, somos los que tenemos el poder institucional y de gobierno y tenemos la opción de ser catalizadores de cambios positivos, aportando experiencia y el contexto humano para que no se cometan los mismos errores del pasado”, ha concluido.
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