OVIEDO, 19 (EUROPA PRESS)
Las calles de Oviedo han acogido este jueves la 72 edición del Desfile del Día de América en Asturias, una fiesta de Interés Turístico Nacional que se celebra en el marco de San Mateo.
Puerto Rico, que ha vuelto después de más de tres décadas sin representación, es este año el país homenajeado en el Desfile, participando con una carroza propia y desde la que Pipo Prendes le ha dedicado una canción compuesta especialmente de su puño y letra.
El protagonismo ha estado conpartido con el Astur CF, al que se le rinde tributo por su centenario, y con los centros asturianos de hispanoamérica, a los que la organización, a cargo de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF), ha dedicado otra carroza.
Este año ha habido once carrozas “de grandes dimensiones”, así como una veintena de haigas y vehículos clásicos, acompañados de numerosos grupos folclóricos, gaiteros, bandas de música, figurantes o futbolistas.
La idea del desfile del Día de América en Asturias, un homenaje a la emigración, nació en los años 40 del pasado siglo. El guion fue una creación el pintor ovetense Alfonso Iglesias, autor de los personajes Alfonso, Telva y Pinín protagonistas de unas tiras cómicas que se publicaban en la prensa local. Se trataba de un homenaje a la gran cantidad de emigrantes asturianos a América, que en verano volvían a Asturias y mostraban sus lujosos “haigas” por un Oviedo de aquella muy poco motorizado.
El primer desfile se celebró el 23 de septiembre de 1950 y congregó a miles de personas fascinadas por el lujo de casi 60 haigas engalanados de flores y banderas, nueve bandas de música y ocho carrozas desfilando por la calle Uría. Las carrozas diseñadas por Iglesias representaban la despedida del emigrante, el barco que lo lleva a América, los países principales de destino- Cuba, México y Argentina-el regreso del indiano, ya rico, en un moderno avión y a España, que le acogía.
A finales de los años 50 y comienzos de los 60, la emigración comenzó a orientarse hacia Europa y eso se trasladó al propio desfile. Los haigas dejaron de venir y comenzaron a acudir grupos folklóricos de Alemania, Bélgica o Suiza que compartían protagonismo con los clásicos de México, Argentina o Chile.
Desde hace años la filosofía del desfile ha cambiado. Hoy es un homenaje tanto a los asturianos que se fueron como a los miles de inmigrantes que residen en Oviedo.
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