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El Principado de Asturias ha comenzado un programa de detección precoz de cáncer de pulmón dirigido a fumadores y exfumadores residentes en el área de Avilés

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OVIEDO, 28 (EUROPA PRESS)

El área sanitaria III, con cabecera en Avilés, iniciará el próximo martes, día 1 de octubre, la selección de la población susceptible de participar en el primer cribado de cáncer de pulmón mediante una prueba de imagen. Esa prueba consiste en un escáner de baja dosis de radiación con el que se pretende diagnosticar de manera precoz la enfermedad en fumadores de larga duración y exfumadores.

El proyecto piloto de ámbito nacional, conocido como Cassandra –del inglés Cancer Screening, Smoking Cessation and Respiratory Assessment– se centra en el paciente, al que proporciona una oportunidad para la formación, la prevención y el abandono del consumo de tabaco. El área sanitaria III, tras cumplir con todos los requisitos, será la vigésima organización que participa en este estudio en el país, según ha informado el Principado en nota de prensa.

La población diana del estudio está formada por personas asintomáticas de 50 a 75 años y exfumadoras que no lleven más de 15 años de abstinencia, que consuman o hayan consumido un mínimo de 20 paquetes de cigarrillos al año.

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El programa consta de varios ejes de actuación que persiguen resultados de salud más allá de la detección de posibles lesiones pulmonares: la deshabituación tabáquica, la realización de pruebas funcionales respiratorias y el aprovechamiento de la información que aporta la tomografía computarizada de baja dosis (TCBD) para completar una valoración global de la persona.

Las redes de atención primaria y hospitalaria serán las encargadas de invitar, en la consulta de Neumología, a las personas que cumplan con los criterios de inclusión. También asumirán el seguimiento de los casos. Por su parte, una enfermera se encargará de orientar a las personas que participen en este estudio.

La evaluación de las personas participantes consistirá en un cuestionario epidemiológico y una consulta de deshabituación tabáquica, en el caso de que se trate de fumadoras activas. En función de los resultados que se obtengan, se decidirá su inclusión en el estudio y su exploración mediante el TAC de baja dosis.

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Los pacientes deberán permanecer estables desde un punto de vista respiratorio, sin síntomas compatibles con un cáncer de pulmón. Además, su situación ha de permitir la ejecución de pruebas diagnósticas o terapéuticas, incluyendo la resección pulmonar.

En este sentido, las personas que empeoren y desarrollen tos habitual, afonía, hemoptisis, y/o pérdida de peso sin causa aparente, se excluirán del proyecto y se derivarán a otro estudio.

El programa de cribado tendrá una duración de cinco años, con seguimiento a todos los pacientes incorporados, independientemente del número de exploraciones radiológicas realizadas. Desde el punto de vista epidemiológico, el seguimiento se llevará a cabo durante 10 años.


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