OVIEDO, 8 (EUROPA PRESS)
El Museo de Bellas Artes de Asturias ha recibido en depósito del Museo Arqueológico una cerámica talaverana casi íntegra de finales del siglo XVI o principios del XVII que pasará a formar parte de su colección permanente que se podrá ver expuesta en la sala 1.
La pieza fue hallada durante las obras de ampliación del Bellas Artes en el solar de la Casa Carbajal Solís en una fosa séptica en trece piezas. La cerámica, que se expone restaurada, ha sido catalogada como perteneciente a la ‘serie tricolor’.
En la presentación, el director del Bellas Artes, Alfonso Palacio ha agradecido a la directora del Arqueológico, María Antonia Pedregal, la cesión de la pieza encontrada en 2008, así como la gestión del director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León Gasalla, y la labor de todos los profesionales que han contribuido a que la obra pueda llegar al Bellas Artes.
Por su parte, Pedregal ha resaltado que se trata de una nueva muestra de la colaboración entre ambos museos que acogen “toda la historia de Asturias”. Además, ha señalado que esta cesión permite devolver “un poco” las cesiones del Bellas Artes a la colección permanente del Arqueológico con los retratos del Padre Feijoo o Ciriaco Miguel Vigil.
En la misma línea, Pablo León ha destacado esta “nueva colaboración” entre ambas instituciones museísticas a la vez que ha resaltado la “relevancia” de la pieza que permite seguir avanzando “en el proceso permanente de enrequecimiento” del Bellas Artes.
El conservador de Arte Antiguo en el Museo de Bellas Artes de Asturias, Gabino Busto ha incidido en que se trata de una pieza de gran valor que salió de una fosa séptica y ahora pasa a la sala 1 del Bellas Artes.
Ha explicado que se trata de una pieza talavarena, considerada “la producción estrella de la edad de oro del artes español” y que por si tipología resulta “única en Asturias”.
Datado antes de 1625, este plato de mesa fue realizado en cerámica vidriada torneada con decoración de un ave zancuda y una paleta cromática reducida a negro, azul y naranja, que permite adscribirlo a la ‘serie tricolor’. Podría ser una garza con sentido alegórico, que aluda a la lucha del alma contra los placeres terrenales.
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