“Convirtieron a Gijón en centro de la fotografía no solo en España sino en la Península Ibérica”, destaca López
GIJÓN, 10 (EUROPA PRESS)
La fototeca del Museo del Pueblo de Asturias, en Gijón, acoge, hasta el próximo mes de octubre, la exposición ‘Los Vinck. Una saga de fotógrafos de Gijón (1905-2007)’, que recoge una muestra del legado de tres generaciones, desde Laureano Vinck a su hijo, Gonzalo, y su nieto Octavio, quien ha materializado la donación del archivo.
La exposición ha sido inaugurada este viernes por la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, el director del museo, Juaco López, y, por parte de la familia, Octavio Vinck, que ha estado acompañado por su esposa Alicia.
Moriyón ha agradecido a Octavio su “generosidad” por haber hecho esta donación de “valor incalculable” que, según ella, supone un recorrido “por lo que fuimos, lo que somos y lo que podemos llegar a ser”, así como una visión a lo largo de décadas de la historia de la ciudad.
El propio Octavio ha señalado que donaron al museo 120 cajas de material e imágenes, al tiempo que ha agradecido a la alcaldesa los trámites burocráticos para hacer esta muestra posible, así como la “eficacia” del personal del museo.
“Espero que os guste”, ha trasladado a los presentes Octavio, que ha expresado el “orgullo y tranquilidad de que esta misión esté cumplida”, ha apuntado.
López, en declaraciones posteriores a los medios de comunicación, ha explicado que el archivo Vinck está compuesto por 3.500 fotografías y unos 414 aparatos fotográficos, al margen de objetos familiares de las tres generaciones.
De todo ello, en la muestra se podrán ver 280 fotografías y unas 15 o 20 cámaras fotográficas y otros aparatos. A través de ellos se puede ver, según él, cómo era la fotografía química, cuando había que revelar los carretes.
Ha explicado, asimismo, que el archivo abarca tres generaciones, desde 1905 hasta 2007. Este se inicia con Laureano Vinck, quien trabajó hasta el día que murió, en el año 1965, tras más de 50 años de trabajo fotográfico en la ciudad. Le siguieron su hijo Gonzalo Vinck Álvarez y, posteriormente, su nieto, Octavio Vinck Díaz, aunque ambos se dedicaron más al tema comercial de material fotográfico.
“Siempre fueron muy innovadores y convirtieron a Gijón en centro de la fotografía no solo en España sino en la Península Ibérica”, ha recalcado sobre las tiendas que tuvo Octavio en Portugal.
De todo lo expuesto, si bien ha comentado que Octavio destaca una fotografía de su abuela positivada en seda (1916), López ha afirmado que él resaltaría el conjunto de la muestra.
Este último ha incidido en que en los últimos años ingresan muchas más cosas en el museo por donación que por adquisición, cuando hace 30 años era al revés.
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