OVIEDO, 20 (EUROPA PRESS)
El secretario general de CCOO de Asturias, José Manuel Zapico, ha manifestado este lunes que en 2022 la población extranjera residente en Asturias apenas aumentó en 21 personas, según recoge la memoria del Centro de Información para Trabajadores Extranjeros (CITE) de CCOO y ha destacado que en cuanto a su situación en el mercado laboral, a pesar de la notoria mejoría, “siguen ocupando actividades donde se registran, en general, mayores tasas de empleo irregular y precariedad”.
Zapico ha ofrecido estos datos con motivo de el Día contra el racismo y la xenofobia que se celebra mañana martes 21 de marzo. En este sentido, ha señalado que el colectivo también sufre especialmente “la tortura de la Administración” ya que “hay personas que pueden estar meses intentando obtener cita para acudir presencialmente a la Oficina Única de Extranjería de Oviedo”.
Por ello, y “para que determinados documentos no les caduquen y tengan que volver a obtenerlos, con el gasto económico que supone, se ven abocados a presentar dicha documentación a través de abogados, o de gestorías, lo que implica un gasto extra”, añade Zapico.
El Centro de Información para Trabajadores Extranjeros (CITE) de CCOO, que inició su funcionamiento en Asturias en 1991, recibió el año pasado atendió en sus locales 3.255 consultas y respondió a más de ocho mil llamadas y correos. La mayor parte sobre información y gestión de nacionalidad, reagrupación familiar y renovaciones de residencia.
Según el último padrón, Asturias es, tras Galicia y Extremadura, la tercera comunidad con menor presencia relativa de población foránea: 45.466 personas. En 2022 solo sumó 21. La rumana es la nacionalidad más frecuente, seguida de la colombiana, la venezolana y la marroquí.
En cuanto a su situación en el mercado laboral, en 2022 el colectivo tuvo más empleo, menos paro y mejores contratos (gracias a la reforma laboral el 45% de las contrataciones fueron indefinidas, cuando en 2021 habían sido el 12%). Con todo, el 23% de los contratos que suscribieron fueron doblemente precarios, es decir, aunaban temporalidad y empleo parcial. Y ello es debido a que, a pesar de la mejoría constatada en 2022, “los trabajadores extranjeros siguen muy concentrados en actividades donde se registran, en general, unas mayores tasas de empleo irregular, lo que supone mayor precariedad y menor protección social”, apunta Zapico.
Además, las personas trabajadoras inmigrantes, “incluso con empleo regularizado, están menos protegidas que las autóctonas ante la situación de desempleo, ya que suelen acumular carreras de cotización más cortas y por importes relativamente bajos”, añade. En la comparativa con la población autóctona encontramos que en la hostelería trabajan el 24%, frente a solo el 8% de nacionalidad española; mientras el servicio doméstico proporciona el 13% de sus empleos, frente a menos del 2% entre las personas autóctonas.
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