El reflotamiento del ‘Nehir’, donde transportaban droga, fue una de sus principales actuaciones el año pasado
GIJÓN, 29 (EUROPA PRESS)
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, a través de la Capitanía Marítima de Gijón de la Dirección General de la Marina Mercante, ha inspeccionado el año pasado un total de 330 buques, la mayoría de ellos nacionales en servicio, pero también extranjeros.
Así lo ha hecho dentro del Memorándum París para controlar que las embarcaciones que llegan a las costas españolas cumplen con los estándares internacionales medioambientales y de seguridad y que los miembros de la tripulación tienen condiciones de vida y de trabajo adecuadas.
Según una nota de prensa del Ministerio, en esta Capitanía, que incluye los distritos marítimos de Llanes, Ribadesella, Lastres y Luanco, se abrieron nueve expedientes sancionadores, fundamentalmente relacionados con la seguridad marítima de embarcaciones de recreo.
Asimismo, se atendieron un total de once emergencias marítimas, que afectaron principalmente a buques pesqueros y embarcaciones de recreo.
Entre sus principales actuaciones en 2023, cabe destacar la labor desarrollada para reflotar al buque Nehir, que se encontraba hundido desde marzo de 2021 en el puerto gijonés de El Musel tras ser interceptado e intervenido por transportar 1,8 toneladas de cocaína.
Este reflote permitió extraer unas 40 toneladas de combustible que conservaba aun en sus depósitos. Y para reflotar el buque Serenín, que había naufragado en 2022 cuando navegaba rumbo a Avilés.
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