OVIEDO, 4 (EUROPA PRESS)
El oriente asturiano celebra este sábado día 5 de agosto la 85 edición del Descenso Internacional del Sella, el evento lúdico y deportivo más popular en el Principado y que se conoce como ‘Fiesta de las Piraguas’, declarada fiesta de interés turístico internacional.
Numerosos visitantes llegan a los municipios de Parres y Ribadesella estos días para disfrutar de la fiesta y de la prueba deportiva. Los dos municipios viven los festejos intensamente las noches previa y posterior al evento deportivo. El sábado, día de la competición, son los actos previos, con los izados de banderas y desfile de charangas.
Se trata de una carrera de piraguas, de diferentes modalidades, que discurre por el río Sella, con salida en Arriondas (Parres) y llega al puente de Ribadesella. Uno de los momentos más esperados es precisamente el de la salida, que se produce a las 12.00 horas, después de escuchar el himno de Asturias. Es en ese momento cuando todos los participantes corren con sus embarcaciones hacia el río y comienza la prueba.
No obstante, ese recorrido hacia el río puede marcar diferencias. Por eso se establece un orden para colocar las piraguas en tierra previamente. En esta 85 edición del Descenso Internacional del Sella ya hay establecida la ‘parrilla de salida’ para los principales candidatos a la victoria el sábado en las categoría más rápida, el K2, tras la contrarreloj que se disputó sobre un recorrido de cuatro kilómetros entre los puentes de Llovio y de Ribadesella.
Este año, la embarcación alemana de K-2 compuesta por Max Hoff y por Claas Gedhardt han conseguido la ‘pole’ y la mejor posición para salir. Los locales Alberto Llera y Roberto Geringer saldrán en segundo lugar, mientras que en tercer lugar saldrá la embarcación en la que remarán Miguel Fernández y Luis Amado.
En cualquier caso, el momento de la salida suele ser crítico por las distintas estrategias que adoptan los competidores cuando se abren los cepos. En ese momento, todo puede cambiar. Los palistas son conscientes, sabedores de que conservar un buen puesto en la salida, no quedarse ‘atascado’ y evitar vuelcos son cuestiones importantes.
Se prevé una multitudinaria asistencia de personas este año, tras el éxito de la pasada edición que llegó tras dos años de suspensión por culpa de la crisis sanitaria derivada por la COVID-19. El popular tren fluvial acompaña todo el recorrido. Sus ocupantes se bajan en puntos estratégicos para seguir la carrera en un marco de una fiesta netamente asturiana, a pocos kilómetros de las más conocidas cumbres de los Picos de Europa.
HISTORIA
El origen del descenso se remonta al año 1929, cuando su fundador, Dionisio de la Huerta, decidió hacer una excursión en piragua por el río Piloña, desde Coya hasta Infiesto, durante sus vacaciones de verano en su casa familiar en Coya. En aquella aventura le acompañaron un grupo de amigos, recorriendo durante más de dos horas el trayecto de cinco kilómetros.
Según explica la organización en su página web, tras esa experiencia, Dionisio trató de convencer a sus amigos para que le acompañaran a descender el Sella desde Arriondas, río abajo. Este primer descenso por el Sella estuvo lleno de paradas para vaciar la piragua del agua y la noche se les echó encima. En Soto de Dueñas, se vieron obligados a dar por finalizado este descenso y dejarlo para otra ocasión. Habían recorrido 14 kilómetros durante siete horas.
No conforme con la experiencia vivida, realizó en el año 1930 el trayecto completo desde Coya hasta Arriondas, y finalmente, en el año 1931, llegó hasta Ribadesella. Fue en el año 1932 cuando quedaron ubicadas definitivamente la salida y meta del descenso en Arriondas y Ribadesella, respectivamente. En ese año, tuvo lugar la primera edición de carácter competitivo, en la que tomaron salida trece palistas provenientes de Oviedo, Gijón, Ribadesella e Infiesto. Las primeras inscripciones de palistas de fuera de la comunidad llegaron en el año 1935.
La prueba estuvo durante unos años sin realizarse (entre 1936 y 1943) debido a la Guerra Civil Española y a la postguerra, reanudándose el 11 de agosto de 1944, edición en la que sólo 11 piraguas tomaron la salida.
Se puede decir que el Descenso del Sella pasó a tener carácter internacional en el año 1951, cuando por primera vez en su historia contó con competidores extranjeros entre los deportistas inscritos. Italianos, portugueses y franceses se encontraban entre los inscritos. Es en 1955 cuando se inscribe el primer equipo de otro continente: el equipo de Cuba. A partir de entonces la prueba ha ido creciendo y se ha convertido en un evento imprescindible para los asturianos y para visitantes de fuera del Principado.
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