ZARAGOZA, 6 (EUROPA PRESS)
La empresa aragonesa RIVI ensaya, desde hace cuatro meses, un sistema pionero para limitar ruidos de paso del tranvía y mejorar la conservación de las vías en las proximidades de la parada de Los Olvidados, en el barrio de Valdespartera. El proyecto cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza y Tranvías de Zaragoza.
El objetivo de las pruebas es alcanzar un prototipo de silenciador acústico inteligente, denominado Smart Railroad Acoustic Attenuation System (SRAAS), que se presentará en noviembre en el marco del congreso Rail Live en noviembre, en Zaragoza, y que continúa su proceso de experimentación y análisis de patrones de comportamiento.
El sistema SRAAS emplea Inteligencia Artificial (IA) para evaluar los datos, dibujar escenarios cambiantes y determinar elementos que puedan surgir en la investigación y tengan incidencia en los resultados.
En el lugar donde se realizan las pruebas, en Valdespartera, se han instalado sensores para la detección y registro de una serie de valores en todas las estaciones del año: vibración, sonido –identificación de las frecuencias que genera el desgaste–, humedad y temperatura.
La consejera municipal de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, Tatiana Gaudes, ha afirmado que “es siempre un orgullo que empresas aragonesas sean pioneras en la investigación y el desarrollo de novedades tecnológicas que, ojalá, luego tengan futuro dentro y fuera de nuestro país”.
Además, ha agregado que esta experiencia es un nuevo ejemplo de la colaboración público privada que el Gobierno de Zaragoza quiere fomentar. Ha recordado que otros proyectos, alguno de ellos desarrollado por los Tranvías y CAF, se ha impulsado el posicionamiento de Zaragoza “como ciudad abierta, ciudad de pruebas y ciudad referente en materia de movilidad”.
REDUCCIÓN DEL IMPACTO SONORO
Así, frente al engrasado habitual de la vía, este sistema permitirá que los tranvías, en determinadas circunstancias, solo precisarían de una cantidad muy pequeña de lubricante: 0,6 centímetros cúbicos de fluido –modificación de fricción– para reducir el impacto sonoro en la curva en cada paso de las unidades.
El suministro se realiza mediante inyectores embebidos en el carril. El tratamiento también podría ayudar a una prolongación del estado óptimo de la vía y en su conservación al evitar el desgaste.
El responsable de la empresa RIVI, Eduardo Vicente, ha detallado que a través del subsuelo, una serie de equipos de bombeo, sensores, instrumentos y accesorios transportan el fluido hasta la vía, “por lo que el peatón no lo va a percibir, es totalmente invisible para él y tampoco genera residuo”.
“Al paso del tranvía, se reparten las gotas del fluido a lo largo de la curva, quedando una especie de película que mejora el funcionamiento del tranvía en la curva y contribuye a una reducción del deterioro de la vía”, ha añadido.
PRIMEROS PASOS
El prototipo está dando los primeros pasos para conocer todos los condicionantes que puedan producirse. Se están generando algoritmos para saber cuál es el comportamiento en el caso de los días entre semana, donde se registra mayor tránsito, frente al fin de semana, con menor número de unidades.
Tampoco se seguirán pautas iguales en unas condiciones meteorológica o en otras, puesto que en los días de lluvia no se precisa, por ejemplo, el tratamiento habitual de la vía, ya que “el agua actúa como lubricante natural”, ha anotado la gerente de Tranvías de Zaragoza, Ana Moreno.
“Es un sistema pionero no solo en la ciudad, sino que va a serlo a nivel internacional –ha destacado Moreno–, porque el tema acústico es generalizado en todos los tranvías del mundo. Con lo cual, proporcionará soluciones para hacer atenuaciones acústicas en todos ellos”.
El estudio que efectúa RIVI sobre atenuación sonoro trata de avanzar en el aporte de soluciones al incremento de la fricción en la vía que provocan las “rueda” de las unidades, como sucede en otros ámbitos tranviarios y ferroviarios internacionales.
Con respecto al daño provocado en la vía, la gerente de Tranvías de Zaragoza ha explicado que, igual que la calzada, la vía tiene su desgaste propio y ese sistema permitirá mejorar en este sentido. Ha insistido en que resta “mucho trabajo por delante, porque es un proceso en el que hay que ver cómo se comporta el sistema y la casuística de cada uno de los puntos en los que pudiese llegar a instalarse, pues necesita tiempo de adaptación, desarrollo y, por supuesto, de recolección de datos”.
El prototipo instalado en Los Olvidados es inteligente, autoajustable y con monitorización y control total en remoto mediante IoT –internet de las cosas–. Además de presentarlo en el Rail Live, también lo harán en Innotrans 2024, la feria ferroviaria más importante de Europa, en Berlín.
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