ZARAGOZA, 21 (EUROPA PRESS)
Los Sindicatos Médicos de Atención Primaria de Aragón (FASAMET y CESMAragón) han denunciado que el nuevo caso de agresión sanitaria, ocurrido en el centro de salud de Casetas, “vuelve a poner de manifiesto que el SALUD no cumple suficientemente con su deber legal de proteger a sus trabajadores” y han reclamado la implantación “de todas las medidas de seguridad que llevamos solicitando desde 2019”, así como “un compromiso claro de todas las Administraciones contra esta lacra”.
Han expuesto que en el último caso denunciado, una médica del centro de salud de Casetas fue amenazada y golpeada por una paciente por pedirle que esperara su turno para ser atendida; la facultativa tuvo que ser atendida por magulladuras y un ataque de ansiedad. Como muestra de la magnitud del problema de las agresiones sanitarias, es la tercera ocasión desde noviembre, con usuarios distintos, que esta profesional ha sufrido un ataque.
Los Sindicatos Médicos recuerdan que ya en marzo de 2019 se plantearon cinco actuaciones urgentes, que se han reiterado en distintas ocasiones, de las que solo se ha llegado a desarrollar completamente, y muy recientemente, solo una, instalar un “botón del pánico”, un programa para pedir ayuda, en todas las mesas de trabajo.
Siguen pendientes de dotar con un vigilante de seguridad todos los centros y 24 horas, instalar cámaras de videovigilancia, “pulsera de geolocalización” para los profesionales fuera del centro y multas de hasta 30.000 euros para los agresores.
Igualmente, reclaman la importancia fundamental de que el SALUD y todas las Administraciones, como los Ayuntamientos, “se comprometan de forma decidida para prevenir estas actuaciones y castigar a los responsables, con campañas de educación, apoyo a las víctimas, entre otras cosas, ya que no permitir ningún caso semejante es también una condición para mejorar la calidad de la atención sanitaria”.
Los profesionales recalcan que la violencia, verbal o física, contra el personal sanitario no deja de crecer año tras año, según muestran los datos del propio Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón. En 2023 se produjeron 722 casos, que suponen dos cada día, de ellos 256 fueron agresiones físicas, un 35%, y hasta 20 víctimas tuvieron que pedir una incapacidad laboral.
En lo que respecta a la evolución, en 2020 se registraron 236 agresiones, que crecieron hasta 335 en 2021 y 484 en 2022. Los 722 sucesos de 2023, supusieron así un aumento récord del 50%.
FASAMET y CESMAragón han subrayado que las agresiones sanitarias suponen una dificultad añadida a las condiciones laborales en las que desempeñan su trabajo, con plantillas insuficientes y agendas saturadas, y han señalado el temor de que el problema siga creciendo en 2024 “ante la falta de medidas para solucionar los problemas de la Atención Primaria, que sufrimos tanto los sanitarios como los ciudadanos”.
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