Tanto Herrero y Rodríguez de Miñón como Roca Junyent insisten en la validez y actualidad del texto constitucional
Durante su intervención en el acto de celebración del 40 aniversario de la Constitución, que esta tarde ha tenido lugar en Zaragoza, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón ha expresado su agradecimiento al Gobierno de Aragón por una distinción que, a través de sus personas, supone un homenaje a la Constitución. Herrero y Rodríguez de Miñón ha destacado el espíritu de consenso que alumbró la Carta Magna y que “significa pacto. Y no pacto de transacción, cuyo paradigma es la permuta. Sino que fue un pacto de unión de voluntades en torno a un objetivo común entre todos”. En este sentido, ha recordado el pasado histórico de la Corona de Aragón y la capacidad de alcanzar pactos entre posiciones diversas dentro de una legalidad surgida del pacto. En la misma línea ha animado a seguir dentro de esta línea de trabajo a aquellos que ahora tienen en sus manos “la salud” del texto constitucional.”Los constituyente e 1978, supiéramoslo o no, revivimos el espíritu aragonés”, ha asegurado Herrero de Miñón.
Por lo que respecta a Miquel Roca y Junyent, ha coincidido con Herrero y Rodríguez de Miñón en que el homenaje a los ponentes es, en realidad, un homenaje a “toda la sociedad española en su conjunto, protagonista de una de las historias más exitosas de la democracia y la libertad que ha conocido Europa”. Ha querido recordar que “después de un largo y traumático pasado falto de libertad, en 1978, con la Constitución se alcanzó una experiencia ejemplar en el mundo”. Ha expresado su deseo de que “lo que hicimos entonces siga cuarenta años después en plena vigencia. Que los problemas de hoy puedan encontrar en aquella Constitución el mejor marco para su solución. Y que los anhelos de reformar puedan amparase en la ella, al margen de lo cual nada se puede hacer”.
Roca ha insistido en no olvidar que “la democracia que se ganó entonces, se construye cada día”.
Por último, Alfonso Guerra, que ha recogido la Medalla en nombre de José Pedro Pérez Llorca, que por motivos personales no ha podido trasladarse a Zaragoza, ha instado a “cerrar el paréntesis sangriento que representan las contiendas entre españoles. Hay que dar el pasado por muerto” y ha querido destacar el papel que desempeñaron los tres ponentes homenajeados que, junto con el resto de miembros de la Comisión, lograron sellar un acuerdo de paz y dos siglos de enfrentamiento.
Al mismo tiempo, el ex presidente de la Comisión Constitucional, Alfonso Guerra. ha reconocido que “reinstaurar la democracia tenía sus problemas. Limitaba la libertad de recordar todo lo que había representado la larga noche sin libertad. Se trataba de mirar al futuro en paz. Sin olvidar pasado”. Guerra no ha dejado pasar cierto lamento al asegurar que fue “la transición que sorprendió al mundo, más que a los españoles, víctima de los recelos que producen tantos años de dictadura”. Y ha puesto en valor el paso de un régimen a otro, la victoria sobre la incormprensión, el cambio de rumbo que derivó en la redacción de la Constitución y, citando al poeta Ayesta o al aragonés Aibar, esta etapa defiende, a su juicio, el profundo convencimiento de la necesidad de sellar un acta de paz, un armisticio que cerrara la guerra, la dictadura y dos siglos de enfrentamientos.”La CE es un acta de paz, buena, democrática, moderna, avanzada y solidaria, que garantiza la libertad de todos los españoles”y que logra, sin precedentes, quee progresistas y conservadores renuncien a la exigencia absoluta de sus proyectos, cediendo parte de sus propuestas para abundar en el interés común de todos.
Cuatro décadas después, ha querido destacar, los nietos quieren saber qué ocurrió y es necesario un esfuerzo de comprensión y de conversión de la guerra en historia. Por eso, ha dicho Guerra, “no podemos olvidar el paso de gigante que dieron aquellas gentes”.
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