ZARAGOZA, 11 (EUROPA PRESS)
Los obispos de las diócesis de Aragón han animado a “mantener vivo el dinamismo sinoidal” en una carta remitida al papa Francisco, titulada ‘El Sínodo continúa. ¿Cómo ser una Iglesia sinoidal en misión?’, en respuesta a su llamado para hacer de esta institución una más participativa y abierta a través del Sínodo 2021-2024.
En la misiva, han expresado su satisfacción por la activa participación de “nuestras Iglesias particulares en Aragón, con sus fortalezas y debilidades”, han apuntado.
Además, han destacado el crecimiento en la corresponsabilidad de todos los bautizados en la vida y misión de la Iglesia desde el inicio del proceso sinodal en 2021, según han informado desde la Oficina de Comunicación de la Iglesia en Aragón (OFICIA).
Con la culminación de la fase diocesana y las asambleas regionales y continentales, la atención está centrada en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, presidida por el papa Francisco y que concluirá en octubre de 2024.
En este sentido, la Secretaría General del Sínodo ha proporcionado directrices para trabajar sobre el ‘Informe de Síntesis’, enfatizando la importancia de la pregunta central: “¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?”.
OPORTUNIDAD
Los obispos de Aragón consideran este momento como “una oportunidad para continuar el camino sinodal, fomentando la escucha, el diálogo y un discernimiento prolongado”. Asimismo, han subrayado el deseo de “mantener vivo el dinamismo sinodal”, que ha involucrado a todo el Pueblo de Dios en los últimos años.
La carta también hace hincapié en la necesidad de implicar a los grupos sinodales, especialmente a los órganos de participación diocesanos, sacerdotes, miembros de vida consagrada, movimientos y asociaciones laicales; así como a los jóvenes y a otros grupos con los que hasta ahora ha sido difícil establecer un diálogo activo.
Por otro lado, el documento concluye con la invitación a retomar “con ilusión, interés, nuevas motivaciones y esperanza el camino sinodal, siguiendo las indicaciones proporcionadas por los Equipos Sinodales y con la intercesión de la Bienaventurada Virgen María en la advocación del Pilar, símbolo de la segura esperanza del Pueblo de Dios”.
En concreto, los firmantes de la carta son el arzobispo de Zaragoza, monseñor Carlos Escribano; el arzobispo emérito de Zaragoza y administrador apostólico de Huesca y Jaca, monseñor Vicente Jiménez; y los obispos de Barbastro-Monzón, Teruel y Albarracín y Tarazona, monseñores Ángel Pérez Pueyo, José Antonio Satué y Vicente Rebollo, respectivamente.
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