ZARAGOZA, 11 (EUROPA PRESS)
La imagen de la Virgen del Pilar ya luce en lo alto de la estructura metálica que desde primera hora de este sábado, 12 de octubre, se cubrirá de un manto formado por millones de ramos de flores. Este acto, que se ha oficializado este año por primera vez como uno más del programa festivo, “pretende ampliar el significado” de la Ofrenda para Zaragoza, como “símbolo de identidad, expresión de fe y esperanza del futuro”.
Así lo ha expresado este viernes la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, tras la subida de la imagen de la Virgen del Pilar, que se realiza tradicionalmente en la jornada previa a la Ofrenda de Flores del 12 de octubre, se ha transformado este año en un acto festivo y “solemne”. Ha congregado a una multitud la plaza del Pilar, más de 7.700 personas, según datos del Ayuntamiento de la capital aragonesa.
Con el repique de las campanas y la portada del habitual jaculatoria ‘Bendita y Alabada Sea la Hora’, a las 12.00 horas, se ha alzado, mediante grúa y con ayuda de operarios de las Brigadas Municipales, la réplica de la Virgen hasta lo alto de la estructura piramidal de unos 15,50 metros de altura, distribuida en seis niveles y de unas 40 toneladas de peso.
En torno a 75 trabajadores, con una labor conjunta de alrededor de 30 horas, han permitido la construcción de este esqueleto metálico que preside la Plaza del Pilar.
El acto ha comenzado con la interpretación del Himno a la Virgen del Pilar por parte del coro Amici Musicae. Tras las intervenciones de la alcaldesa de la capital aragonesa y el arzobispo de Zaragoza, monseñor Carlos Escribano, la agrupación coral ha entonado la jota ‘Gigantes y Cabezudos’, con Miguel Ángel Tapia al piano. Además, se ha finalizado con una jota bailada a cargo del grupo Otero del Cid.
La imagen de la Virgen, construida en fibra de poliéster, se compone de estructura portante, columna, manto, imagen y corona con resplandores. Su peso es de 15 kilos y mide 1,43 metros. La corona con resplandores tiene un diámetro de 2,64 metros. El manto mide 2,50 metros de altura, siendo el total de su altura de 6,70 metros y pesa unos 525 kilos, sin contar las flores.
El manto de la Virgen estará confeccionado con flores de color rojo en esta ocasión, y la Cruz de Lorena, que siempre es de color rojo –enmarcada en blanco–. Durante la Ofrenda se contará con la participación de 30 jardineros y jardineras, 64 auxiliares de jardinería, así como con 175 personas que estarán colaborando en el montaje y desarrollo del desfile. Igualmente, habrá unos 260 voluntarios y personal de Protección Civil, Cruz Roja, Bomberos, Policía Local y Nacional.
“ORGULLOSOS DE NUESTRAS RAÍCES”
“Nos parece que merece la pena darle solemnidad y sentirnos orgullosos de nuestras raíces. Merecía hacer grande lo que ya es grande, que es nuestra querida Virgen del Pilar, y estamos haciendo más grande nuestra Ofrenda”, ha manifestado Natalia Chueca.
La alcaldesa ha señalado que esta jornada previa al “día grande” de las Fiestas del Pilar es para recordar los orígenes y el porqué de la “maravillosa” Basílica del Pilar. “La Virgen María se apareció por primera vez en el año 40 d.C. ante un pilar, a orillas del río Ebro, al apóstol Santiago para animarle y consolarle cuando tenía difícil la evangelización”, ha relatado.
La devoción a la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad, ha crecido año tras año, siglo tras siglo, “e incluso se ha extendido a otros países”. En la actualidad, ha recalcado Natalia Chueca, “tenemos la ofrenda de flores más grande del mundo”, pero esta tradición parte de los años 50, cuando los zaragozanos se acercaban a colocar flores al camarín de la Virgen del Pilar.
“Este espacio se quedaba pequeño ante tantas flores y, en 1958, el Ayuntamiento de Zaragoza decidió sacar al exterior la ofrenda y compró 20.000 claveles que se repartieron entre los zaragozanos”, ha explicado la alcaldesa de la ciudad. Esta iniciativa ha desembocado en la tradicional Ofrenda de Flores del 12 de octubre, que supera los siete millones de flores colocadas en la estructura y los 350.000 participantes.
“Queremos mantener viva esta tradición, agrandarla y sentirnos orgullosos de ella. Mostrarle a la Virgen del Pilar nuestra confianza en ella y nuestro símbolo de amor, de paz y de fraternidad”, ha declarado la alcaldesa.
El arzobispo de Zaragoza, monseñor Carlos Escribano, ha aplaudido esta “preciosa iniciativa” que se hacía todos los años, pero no de forma “tan solemne” y acompañada del Himno a la Virgen del Pilar. Ha celebrado que, estos días, los “zaragozanos y peregrinos, tenemos la oportunidad de contemplar a la Madre en el camarín y también en la plaza”.
“DÍA GRANDE” DE ZARAGOZA
El acto tradicional más importante de las Fiestas del Pilar vuelve a registrar un hito histórico en 2024, tras superar el millar de grupos inscritos, un total de 1.059, lo que supone un incremento inédito por encima del 21 por ciento con respecto al año pasado, 14.400 personas más. En 2023 fueron 870 grupos los que participaron en la Ofrenda del día grande de la ciudad.
La Cofradía Nuestra Señora de la Asunción y llegada de Jesús al Calvario del barrio Oliver será la primera que, a las 6.30 horas de la mañana, depositará sus flores en la estructura de la Plaza del Pilar que abrirá un acto que previsiblemente tendrá su final en torno a las 23.30 horas.
Además, este año, el Consistorio ha ampliado cinco horas más para quienes escogen participar en la Ofrenda de manera individual y se recupera el recorrido por las calle San Vicente de Paúl y Arcedianos, hasta la plaza del Pilar. Por otro lado, los grupos volverán a desfilar por el paseo de la Independencia como escenario principal y desembocando en la plaza del Pilar a través de la calle Don Jaime o Alfonso I.
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