Se acomete con fondos europeos y de Zaragoza-Vivienda, además de la aportación de un 20% por los vecinos
ZARAGOZA, 6 (EUROPA PRESS)
La rehabilitación de las primeras 40 viviendas del conjunto de Balsas Ebro Viejo, en el viven 1.530 familias, estarán terminadas el próximo otoño tras emplear una técnica novedosa para lograr la eficiencia energética, a la que se suma la accesibilidad con la instalación de un nuevo ascensor y la conservación con la renovación de parte de sus instalaciones.
Esta actuación, que se localiza en los edificios 1-3-5-7 de la calle de Valle de Oza dentro del conjunto Balsas de Ebro Viejo, se lleva a cabo con el innovador proyecto europeo de rehabilitación ‘InCube’, dentro del programa Horizon de la European Climate, Infrastructure and Environment Executive Agency.
La novedad radica en que se ha diseñado una solución industrializada ‘ad hoc’ para los conjuntos urbanos de interés, respaldando a los vecinos de entornos vulnerables y actuando sobre las carencias de los edificios.
‘InCUBE’ aúna la renovación a través de procesos de vanguardia estandarizados e integrados basados en la industrialización, las tecnologías innovadoras de energías renovables, la digitalización y la entrada de nuevos operadores en el mercado.
En España este proyecto piloto solo se desarrolla en Zaragoza y las obras dos ciudades europeas elegidas son Trento (Italia) y Groningen (Países Bajos).
El consejero municipal de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano; junto al concejal delegado de Vivienda, José Miguel Rodrigo; la responsable de la empresa Metro 7 que acomete las obras, Beatriz Gimeno; y la presidenta de la Asociación de Vecinos Balsas de Ebro Viejo, Esther Blasco.
OBJETIVOS
La actuación, iniciada hace unos meses, se centra en rehabilitar la cubierta del edificio al tiempo que se han comenzado a instalar los primeros módulos industrializados de fachada en los pisos bajos para mejorar el aislamiento y proporcionar una imagen renovada.
Víctor Serrano ha explicado que la rehabilitación integral busca mejoras en tres ámbitos principales: “la eficiencia energética mejorando el aislamiento térmico del edificio e instalación de energías renovables; la mejora de la accesibilidad con la instalación de un nuevo ascensor; y la mejora de la conservación del edificio con la renovación de parte de las instalaciones y acometidas”, ha resumido.
ESCANEADO DEL EDIFICIO
Entre las actuaciones se plantea el escaneado del edificio mediante escáner láser 3D, fotogrametría aérea y el trabajo con metodología BIM –Building Information Modeling– para generar un gemelo digital.
Además, se está instalando una fachada modular industrializada con elementos integrados, facilitando el montaje y reduciendo los tiempos de obra, además mejorar la seguridad y salud. Estos módulos no solo proporcionan una apariencia renovada, sino que también incluyen aislamiento, carpinterías, rejas y el acabado específico requerido por el proyecto, cumpliendo con los requisitos del estudio de detalle.
La solución, ejecutada por Kover SXXI cuenta con el apoyo y colaboración de Metro7 Edificación Singular y Construcción Sostenible.
Por otra parte se aplicará un sistema de producción energética mediante energías renovables, en concreto paneles fotovoltaicos integrados. Tanto los paneles como el cuarto de instalaciones llegarán premontados e industrializados mediante un sistema de ‘plug-and-play’ –sin necesidad de configurar– que permitirán su total integración en cubierta.
Asimismo, se creará un sistema de monitorización, permitiendo realizar la comparativa entre la calidad del aire y el consumo energético antes y después de la rehabilitación.
Los vecinos podrán ver la calidad del aire de sus viviendas, así como la producción y consumo de electricidad y agua caliente sanitaria. También habrá otro sistema de monitorización destinado al seguimiento de mantenimiento y funcionamiento de la instalación de paneles solares.
Por último, se propone que la gestión de las energías renovables instaladas en la rehabilitación del edificio se gestione a través de comunidades energéticas por portal.
Si bien estos edificios contarán con una cubierta fotovoltaica para autoconsumo compartido, dentro del proyecto ‘InCUBE’ y en colaboración con la Oficina de Transformación Comunitaria (OTC), proyecto municipal con CIRCE-Centro de Tecnología, se ha realizado una primera sesión informativa y de divulgación con la intención de crear una comunidad energética en el barrio, cuyas placas podrían instalarse en el CEIP Eugenio López, situado en las inmediaciones.
Además, se ha instalado una oficina temporal a pie de obra para organizar reuniones de trabajo y también sirve como escaparate para los vecinos, que, a través de una pantalla móvil, se informan de las actuaciones que se realizan cada día se incluyen los avisos de afecciones en los servicios o sobre restricciones de uso.
PRESUPUESTO
“Para desarrollar ‘InCUBE’ se lanzó una convocatoria para la concesión directa, con carácter extraordinario y por razones de interés público, social y económico, de ayudas destinadas a la rehabilitación de los cuatro edificios con un total de 40 viviendas situados en la calle de Valle de Oza 1-3-5-7, dentro de área de Balsas de Ebro Viejo”, ha precisado Serrano.
“La dotación económica de la ayudas para la presente convocatoria es de 984.345,25 euros, proveniente de los sobrantes de las convocatorias de ayudas a la rehabilitación de los ejercicios 2019 y 2020. Esto supone que cada vivienda podrá percibir hasta 24.600 euros. Asimismo, Zaragoza Vivienda destina otros 198.713 euros para reforzar el proyecto”, ha informado el consejero.
Por su parte, los vecinos aportarán 10.000 euros por vivienda que supone alrededor de un 20 por ciento del coste total de la rehabilitación de sus hogares y el edificio.
PROCESO INNOVADOR
Beatriz Gimeno ha explicado que se busca es implementar nuevos productos industrializados que permitan una ejecución de la rehabilitación mucho más ágil y segura con mayor control de calidad.
Así, una de las soluciones elegidas ha sido aislar la fachada mediante paneles modulares que vienen totalmente terminados, tanto la parte del aislamiento, el recubrimiento exterior, como las ventanas, rejas u otro tipo de elementos complementarios de la fachada.
Se sujetan a la estructura propia del edificio y llevan unos remates y unas puntas especiales de unión entre los distintos módulos para evitar que queden huecos entre las distintas piezas y, además, se logra un aspecto similar en todo el bloque.
Beatriz Gimeno ha relatado que se ha escaneado todo el edificio, “se voló también un dron para analizar en detalle toda la fachada para tener una estructura modular lo más estandarizada posible, pero al mismo tiempo que se adapte a las singularidades de este edificio”.
Lo innovador es cómo se han combinado los elementos entre ellos y cómo se está colocando, ha precisado la responsable de Metro 7. Además de la fachada industrializada, los nuevos ascensores y escaleras, también serán industrializados, por lo que llegarán totalmente terminados por planta y se irán instalando de forma mucho más ágil y rápida. Estas soluciones industrializadas permiten mayor seguridad en obra y evitar la colocación de andamios, ha apostillado.
EVITAR LA DEGRADACIÓN
“Es un proyecto muy ilusionante y los vecinos tenemos toda la esperanza puesta porque queremos que el proyecto salga adelante sin ninguna dificultad y avance en tiempo para que haya una buena evaluación de la UE para conseguir más subvenciones y ampliarlo al resto de la urbanización”.
De esta forma, ha trasladado Esther Blasco la motivación de los vecinos por este proyecto y ha alertado de que “la degradación urbanística conlleva la una degradación social galopante”.
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