ZARAGOZA, 2 (EUROPA PRESS)
La Diputación de Zaragoza (DPZ) ha editado un libro que pretende dar a conocer el patrimonio tanto cultural como natural de la sal, y que repasa la historia este recurso en diferentes zonas de la provincia y aborda su papel como motor de desarrollo del territorio.
‘La sal en la provincia de Zaragoza’ ha sido escrito por el catedrático de Ciencia de la Universidad de Zaragoza, Miguel Calvo, en el marco del proyecto europeo MOMAr, liderado desde el año 2019 por la institución provincial. Se trata de un programa Interreg para diseñar nuevos modelos de gestión del patrimonio rural que permitan un desarrollo sostenible.
“Es un proyecto muy ambicioso en el que llevamos trabajando mucho tiempo a través del proyecto MOMAr, desde el que se busca tener en cuenta la singularidad territorial para buscar nuevas maneras de gestionar el rico patrimonio cultural y natural de nuestra provincia”, ha expresado en rueda de prensa la diputada delegada de Cultura de la Diputación de Zaragoza, Ros Cihuelo.
Ha destacado el gran potencial con el que cuenta tanto el municipio de Remolinos como de las regiones cercanas respecto al recurso de la sal. “Las salinas y el patrimonio minero en la provincia han sido desde la Edad Media un impulso económico y una nueva manera de relacionarse con el entorno”, ha asegurado.
Cihuelo ha indicado que se han editado mil ejemplares de este libro, que van a ser distribuidos entre los distintos ayuntamientos de la provincia, bibliotecas municipales y centros educativos.
PATRIMONIO MINERO DE REMOLINOS
En un repaso por la historia de la sal en Aragón, el libro constata la importancia de las minas de Remolinos ya en la Edad Media, que sirvieron de fuente de ingresos fiscales de la Corona y abastecían de forma obligatoria a la ciudad de Zaragoza, a Calatayud y su comarca, Tarazona, Borja, las Cinco villas, Quinto, Samper, Híjar y Andorra, además de venderse libremente por todo Aragón.
Las minas de Remolinos siguen produciendo miles de toneladas de producción de sal al año. El diputado provincial y alcalde de esta localidad, Alfredo Zaldívar, ha recalcado que la mayoría de la producción se destina a las carreteras tanto del norte de España como del sur de Francia.
A lo largo del tiempo se han explotado en la localidad zaragozana de Remolinos varias decenas de minas y, en la actualidad, la de ‘María del Carmen’ es la única que está activa. Las más accesibles para visitar son ‘La Real’ y ‘Secañu’, además el conjunto situado en el barranco de las Salinas, donde se situaron algunas de las minas más importantes.
Zaldívar ha instado a seguir luchando para que las minas de esta localidad zaragozana y de las zonas cercanas sean visitadas y conocidas. “Es una oportunidad que no podemos dejar pasar”, ha afirmado. Asimismo, ha dicho que desde el propio Ayuntamiento están trabajando en distintos proyectos en esta línea.
RIQUEZA SALINERA
“Zaragoza puede enorgullecerse de su riqueza salinera”, ha esgrimido el autor del libro, Miguel Calvo, al tiempo que ha manifestado que a excepción de marítimas, la provincia cuenta con salinas de manantial, lagunas de sal y sobre todo las minas de Remolinos. “Hay pocas minas que puedan presumir de llevar 2.000 años de explotación continua, en España no hay otra”, ha apostillado.
Calvo ha detallado que en la actualidad, se conserva una amplia documentación, ya que desde la Edad Media, las minas de sal se han utilizado no solo para abastecerse de este recurso sino también como una forma de recaudar dinero a través de impuestos. En este sentido, en durante el siglo XIX existía un cuerpo de policía especial para vigilar el comercio con este recurso y que no hubiese contrabando con un producto que en algunas zonas se podían recoger fácilmente del suelo.
Calvo ha instado a potenciar este recurso, y ha recordado que en otras zonas de Europa es común acondicionar las minas para que puedan ser visitadas por el público en general.
MAPA DE LOS PAISAJES DE LA SAL
‘La sal en la provincia de Zaragoza’ traza por primera vez un mapa con 15 lugares de la provincia en los que se puede disfrutar de los paisajes de la sal más allá de las conocidas minas de Remolinos como: Alcalá de Ebro, Alfocea, Berrueco, Gallocanta y Las Cuerlas, Bujaraloz, Chiprana, María de Huerva, Mediana de Aragón, Monterde, Nuévalos, Pardos, Remolinos, Sástago, Torres de Berellén, Undués de Lerda y Zuera.
Además del rico patrimonio minero de Remolinos, el libro detalla otros puntos de interés en cuanto a la sal en la provincia según su aparición. Asimismo, en el territorio zaragozano existen salinas de manantial en la sierra de Pardos, al oeste de la provincia deZaragoza, la salina de Nuévalos junto al paraje de Valdehierro y la de Undués de Lerda.
En cuanto a las lagunas saladas, destacan las situadas entre Sástago y Bujaraloz, donde a ambos lados de la carretera se extienden unas 40 lagunas saladas. Estas se suelen quedar secas en verano, dejando entonces el suelo cubierto de una costra de sales. La que mayor relevancia tuvo fue la laguna de la Playa, situada a laizquierda de la carretera que une Bujaraloz con Sástago, donde aún pueden verse los restos de las instalaciones.
La salada de Chiprana con unas 45 hectáreas de superficie es también otro de los puntos de interés. Pese a sufrir un serio proceso de deterioro a principios de los 90 por la entrada de agua dulce, en la actualidad se ha recuperado y es la única laguna hipersalina de carácter permanente de toda Europa occidental.
Resaltan también la laguna de Gallocanta, una de las lagunas saladas de interior más grandes de Europa, que algunos veranos llega a secarse por completo, depositando una capa de sales de varios centímetros de grueso y la salada de Mediana.
OTROS VESTIGIOS DE SAL EN LA PROVINCIA
La formación salina que se ha explotado en Remolinos y en Torres de Berrellén se extiende a lo largo de otros términos municipales. Al noreste de Alfocea se encuentra la llamada mina del Castellar y en el término municipal de Zuera se sitúa una zona conocida como Salinas, en la que aparecen pequeñas surgencias de agua salada.
También en María de Huerva existen pequeñas surgencias de aguasalada que fueron aprovechadas ocasionalmente por los vecinos durante algunas décadas. La fuente salada más conocida en esta zona es la Cueva de la Sal.
- Te recomendamos -