ZARAGOZA, 17 (EUROPA PRESS)
La etapa inicial de la fase de construcción de la planta de baterías –gigafactoría– de fosfato de hierro y litio (LFP) de Stellantis y CATL en Figueruelas estará exenta de evaluación ambiental, es decir, la denominada ‘0’, que contempla el acondicionamiento de la parcela y las cimentaciones, entre otras acciones.
Así lo recoge una orden publicada en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) del 16 de enero, en la que se precisa que se considera otorgar la exclusión de la evaluación de impacto ambiental a la ‘Fase 0’ del proyecto promovido por Stellantis España en los términos municipales de Figueruelas y Pedrola, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 8 de la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental, en respuesta a la solicitud de la compañía automovilística.
No obstante, la documentación recoge que esta autorización tiene “un ámbito exclusivo para la etapa inicial de la fase de construcción, excluyéndose de dicha solicitud etapas más avanzadas”, como la de construcción, de funcionamiento y de abandono.
Al entender que estos pasos en la construcción supondrán “mayor complejidad”, será necesario que obtengan las evaluaciones y autorizaciones ambientales correspondientes.
El argumento que esgrime el texto para justificar la exclusión es que la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) “retrasaría en varios meses la puesta en marcha de la fabricación de baterías, con el consiguiente perjuicio económico y socio-laboral asociado”, además de que el emplazamiento en el que se levantará la gigafactoría es “suelo urbano de uso industrial dentro de un polígono industrial consolidado”.
En todo caso, continúa la orden publicada en el BOA, subraya que el promotor –Stellantis España– deberá “implementar las medidas de minimización de las afecciones ambientales”.
80 HECTÁREAS Y 4.100 MILLONES DE INVERSIÓN
La parcela en la que se ubicará la gigafactoría es de 80 hectáreas y se prevé que las obras comiencen a finales de 2025 o principios de 2026. Este proyecto cuenta con una inversión de 4.100 millones y se estima que genere, aproximadamente, entre 3.000 y 4.000 puestos de trabajo.
Se espera iniciar la fabricación de baterías LCP en la planta en los últimos meses de 2026. Esta tecnología tiene menor coste y se dirige a vehículos de tamaño pequeño o mediano.
Para el impulso de esta nueva fábrica, Stellantis y CATL crearon una empresa conjunta –‘joint venture’– al 50 por ciento. Asimismo, desde el Gobierno de España se han concedido casi 300 millones de euros a este proyecto entre el Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado y el Perte de Descarbonización Industrial.
- Te recomendamos -