ZARAGOZA, 6 (EUROPA PRESS)
Aragón va a estar “vigilante” ante evolución de las dotaciones de riego que contempla el plan hidrológico de la Confederación Hidrográfica del Ebro en su cuarto ciclo “para que las decisiones futuras no resten ni un ápice las posibilidades de futuro de nuestros regadíos”.
Así lo ha asegurado el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Javier Rincón, durante la clausura de la jornada ‘Postura de FEREBRO ante los planes hidrológicos del cuarto ciclo’, que ha tenido lugar este jueves en el marco de SMAGUA.
Este cuarto ciclo del Plan Hidrológico, que abarcará el periodo comprendido entre 2028 y 2033, contempla reducciones en estas dotaciones de riego que pueden alcanzar el 20% de las existentes en la actualidad.
Rincón ha alertado en su intervención de que “una posible reducción de las actuales dotaciones conllevaría, sin lugar a dudas, la puesta en riesgo de uno de los pilares de la economía aragonesa, un sector que es fuente de vida y desarrollo para las zonas más despobladas de nuestro territorio”.
Asimismo, “conllevaría una penalización para todas las comunidades de regantes que desde hace décadas han contribuido, y siguen haciéndolo con un gran sacrificio, no solo económico, sino también personal al desarrollo de sistemas de riego cada vez más modernos y eficientes”, ha añadido el titular de Agricultura.
UNA SITUACIÓN “INEXPLICABLE”
Javier Rincón ha insistido también en la necesidad de solucionar “con la mayor celeridad” los retrasos en obras hidráulicas que ya están en marcha en Aragón, como pueden ser el recrecimiento de Yesa, que podría garantizar suministro de agua para varios años, o la puesta en marcha de Mularroya o Almudévar, infraestructura que va a sufrir un retraso de al menos tres años, una situación que ha tachado de “inexplicable”.
“Las obras de regulación no sólo tienen un papel vital para garantizar el suministro de agua para diversos usos, tanto el agrícola y el industrial, generadores de riqueza, como el uso para consumo humano, sino que también sirven para laminar avenidas de agua, o para afrontar con mayores garantías un periodo de sequía; fenómenos que, debido al cambio climático, son cada vez más frecuentes”, ha manifestado el consejero.
En los cerca de dos años del actual Gobierno de Aragón se han destinado unos 53 millones de euros al impulso del regadío a través de diversas vías, como pueden ser las subvenciones para la creación y modernización de regadíos de 2024 por valor de 20 millones que se resolvían el pasado mes de febrero, el pago de 11 millones de euros correspondientes a anteriores convocatorias de subvenciones o los pagos diferidos anuales para creación de regadíos, por valor de 9 millones de euros (4,5 millones de euros anuales).
A todas estas iniciativas hay que añadir el desembolso correspondiente al Gobierno de Aragón de la tubería de Valdurrios en el sector VIII de Monegros II, una infraestructura que tiene un coste de cerca de 52 millones de euros. El Gobierno de Aragón sufraga 22 millones de euros de los que este Ejecutivo ha abonado ya 10,7 millones de euros.
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