ZARAGOZA, 29 (EUROPA PRESS)
El Comité Municipal del Partido Aragonés (PAR) de Zaragoza ha alertado del descontento que crece entre la ciudadanía por los incidentes en el Casco Histórico, concretamente en el Gancho, por el número de edificios y casas que se encuentran okupadas y que son “foco de delitos”, entre ellos dos edificios en la calle Pignatelli.
En los últimos días, en estos lugares se han producido delitos contra la salud, incendios provocados y peleas con machetes, ha descrito el PAR en una nota de prensa.
El presidente del Comité Municipal, Jesús Martín, ha expresado que los vecinos han exigido, “en multitud de ocasiones, a las administraciones que “se pusiera solución a esta situación porque estos pisos, al parecer y según los vecinos, sirven para el tráfico de drogas, escondite de delincuentes y hasta sospechan que para la explotación sexual”. “Queremos decir con firmeza –ha enfatizado el PAR– que no queremos guatos en Zaragoza, y que los vecinos tienen derecho a vivir con seguridad”.
Al PAR, los vecinos le han puesto de ejemplo el caso de la calle Pignatelli 67, el “edificio entero”, que pertenece a la Sareb, y “estaba okupado por nada menos que 25 familias, hasta que fueron desalojadas como consecuencia de un incendio por razones de seguridad.
MÁS CASOS
El número 43 de la calle Pignatelli, donde tuvo lugar el incendio, lleva “okupado” desde hace casi una década al igual que el número 48, en el que se han producido “multitud de reyertas incluso con machetes”, han indicado.
“No nos vamos a cansar –ha dicho Martín– en apoyar a los vecinos ya que denunciamos que con el abandono y la degradación de estos edificios se va produciendo una okupación que engrosa la bolsa de delitos de la ciudad de Zaragoza, que afecta a los vecinos que habitan en la misma calle y las próximas, y que a esta situación no hay que ponerle parches, sino remedio”.
A su parecer, no es de recibo que en la una ciudad con la calidad de vida que tiene Zaragoza, este miércoles, en otra zona del Casco Histórico “dos menores peleaban intentando uno degollarse uno al otro con arma blanca; dos días antes hubiera un incendio en un “narco-edificio” porque un cliente enfadado le prendiera fuego al primer piso, al lado haya peleas con machetes”.
“Es que parece –ha observado– que no estemos hablando de Zaragoza y por eso, el Ayuntamiento de Zaragoza y las autoridades pertinentes tendrán que tomar medidas para que devolver la tranquilidad a los vecinos”.
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