Con esta incorporación, el Ejecutivo de Aragón suma 14 obras del pintor en propiedad
HUESCA, 20 (EUROPA PRESS)
El Museo de Huesca ha incorporado una nueva obra a su colección, el retrato de José de Cistué y Coll, barón de la Menglana, pintado por Francisco de Goya en 1788. De esta forma, el Gobierno de Aragón enriquece su catálogo del genial pintor de Fuendetodos con esta adquisición por 3,6 millones de euros y, al mismo tiempo, “hace justicia” al devolver este cuadro “al lugar que le corresponde” y para el que fue concebido.
Así lo ha indicado el presidente del Ejecutivo autonómico, Jorge Azcón, este lunes durante la presentación del retrato que pasa a formar parte del Museo de Huesca. Al acto también han asistido la presidenta de las Cortes de Aragón, Marta Fernández; la alcaldesa de la capital oscense, Lorena Orduna; la consejera de Educación, Cultura y Deporte, Tomasa Hernández; y el director general de Cultura, Pedro Olloqui, entre otras autoridades.
Además, la explicación técnica de la obra ha corrido a cargo del jefe de servicio de Archivos, Museos y Bibliotecas, Fernando Sarría, y ha cerrado la presentación una actuación musical, de temática jotera, de la mano de Elena Casaña, acompañada por bandurria y guitarra.
El retrato, que podrá verse en la institución museística oscense a partir de este martes, 21 de enero, supone la recuperación “para Aragón y Huesca de una pieza fundamental”, ha comentado Jorge Azcón, puesto que “nos vincula con nuestro pasado, pero que también nos vincula al futuro”. Ha confiado en que será “un revulsivo” para la capital altoaragonesa.
La pintura, que se encontraba en una colección particular, muestra a José Cistué y Coll, barón de la Menglana, de cuerpo entero. Este óleo sobre lienzo pintado por Goya en 1788 presenta unas dimensiones de 210×140 centímetros, se encuentra en buen estado de conservación y se ha constatado su autenticidad, así como adecuación a los precios de mercado. El interés en la misma radica en que forma parte del patrimonio de la antigua Universidad Sertoriana de Huesca.
De hecho, sobre su autoría se puede demostrar documentalmente el pago por este cuadro al pintor, dado que se conserva y se exhibe el recibo firmado por Goya, que establece de forma incontestable su trazabilidad desde el encargo y pago de la Universidad Sertoriana hasta su paso posterior a los descendientes del retratado, que lo han poseído hasta la actualidad.
Con esta pintura, “devolvemos al lugar para el que fue realizada una obra importante del patrimonio cultural de Huesca”, ha apuntado el presidente, ya que el Museo de Huesca se encuentra alojado, desde 1967, en el inmueble donde tuvo su sede la Universidad Sertoriana durante casi 500 años.
UNIVERSIDAD SERTORIANA
Desde el punto de vista artístico, este retrato es una pieza significativa de un momento de transición hacia la mejor época de Goya como retratista, una pintura de cuerpo entero que, además, hace pareja con el que ya conserva el Museo de Huesca, otro encargo de la Universidad Sertoriana en el que Goya pintó, también de cuerpo entero, a Antonio Veián y Monteagudo, en 1782.
A lo largo de su historia, la institución académica encargó una serie de pinturas que retrataban a personajes ilustres relacionados con la universidad y a quienes se rendía homenaje al colocarles en el teatro, lugar donde se celebraban los actos más relevantes de la institución.
Uno de los artistas a los que se contrató para ello fue a Francisco de Goya, que llevó a cabo dos óleos con retrato de cuerpo entero: el del catedrático Antonio Veián y Monteagudo, en 1782, y el del jurista José de Cistué y Coll, segundo barón de la Menglana, en 1788.
El primero, el retrato de Antonio Veián, no ha salido del museo salvo en contadas ocasiones relacionadas con préstamos con destino a exposiciones temporales. Se encuentra expuesto en la sala VII del Museo de Huesca, en el ámbito dedicado a las figuras de Goya y los hermanos Bayeu.
Por su parte, en una fecha indeterminada comprendida entre 1842 y 1864, el retrato de José de Cistué y Coll fue retirado del Salón del Trono y entregado a los familiares del retratado por la institución que entonces se alojaba en el edificio, el Instituto de Enseñanza Secundaria de Huesca. Desde entonces, la obra ha permanecido en posesión de la familia del retratado.
En 2003, formó parte de la exposición ‘Yo soy Goya. La Zaragoza que viví 1746-1775’, celebrada en la Lonja. Sin embargo, “estos dos cuadros podrán volver a lucirse juntos para que cualquier oscense o visitante que lo desee pueda apreciar su majestuosidad”, ha señalado Azcón, que ha invitado a aprovechar la festividad de San Vicente Mártir, que conmemora el miércoles la capital altoaragonesa, para contemplarlo.
ÚLTIMA ADQUISICIÓN DE UN GOYA EN 2008
Asimismo, Azcón ha recordado que el último Goya adquirido por el Gobierno de Aragón fue ‘La letra con sangre entra’, en 2008, es decir, “hace 17 años”, por lo que con esta nueva pintura, la comunidad autónoma tiene en propiedad 14 obras del pintor.
“La compra refuerza las acciones e hitos que se están realizando desde este Gobierno para conmemorar el bicentenario del fallecimiento del pintor”, que tendrá lugar en 2028, ha destacado el jefe del Ejecutivo aragonés, quien ha añadido: “Si algo tenemos claro es que para conocer a Goya es necesario venir a Aragón”, porque el hecho de ser aragonés es lo que hizo de Goya “el genio que fue y que aún perdura”.
“Francisco de Goya es historia de Aragón, pero es también parte de su presente y su futuro. Su legado artístico es indudable y en su arte, como los aragoneses, era innovador y ansiaba ser cada día mejor”, ha resaltado el presidente de la comunidad autónoma.
Jorge Azcón ha opinado que el retrato de José de Cistué y Coll supondrá un atractivo más para la ciudad de Huesca y “enriquecerá su ya de por sí intensa vida cultural”.
En este sentido, Pedro Olloqui, ha subrayado la importancia del Museo de Huesca y su carácter “indispensable” por “guardar la historia del origen del Reino de Aragón, que es hablar del origen de España”.
Igualmente, el director general de Cultura ha apostillado que la muestra que puede visitarse en La Aljafería, ‘Goya, del Museo al Palacio’, “relata, mejor que ninguna otra, la importancia que tiene el ser aragonés en la obra de Goya”. “Nadie debería perdérsela”, ha recomendado.
JOSÉ DE CISTUÉ Y COLL
José de Cistué y Coll, segundo barón de la Menglana, nacido en Estadilla (Huesca), en 1725, estudió Filosofía en la Universidad de Zaragoza y Leyes en la Universidad Sertoriana de Huesca. Allí pasó 14 años como colegial en el Colegio Mayor de San Vicente Mártir, del que fue rector, recibió los grados de bachiller en Leyes (1745) y Cánones (1746) y ocupó diversas cátedras.
Desarrolló su carrera de magistrado en América y en 1787 fue nombrado fiscal del Consejo y Cámara de Indias en Madrid, cargo que ocupó hasta su jubilación en 1802. El rey Carlos III le concedió una Cruz pensionada de la orden en su nombre y le encomendó el cargo también ministro de la Junta y Comercio y Moneda de la Junta para el Arreglo de las Ordenanzas Militares. Fue socio de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País y académico de honor de la Real Academia de San Luis.
La pintura adquirida por el Gobierno de Aragón muestra al personaje de cuerpo entero, con un gran detalle en la plasmación de los rasgos faciales. Viste con la indumentaria y atributos propios de su cargo, magistrado, y porta la cruz de la Orden de Carlos III sobre su pecho.
La figura destaca sobre un fondo neutro, con un cortinaje y un tapete que le confieren volumen y plasticidad al retratado. Es una obra muy interesante del Goya asentado en Madrid, donde aborda sus primeros retratos de cuerpo entero, como es el caso de las dos obras que realizó para la Universidad Sertoriana.
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